Los proyectos de inversión en Petróleos Mexicanos (Pemex), como la reconfiguración de tres refinerías y la exploración de pozos, serán realizados por la iniciativa privada porque la empresa pasa por un serio problema de liquidez y enfrenta una deuda de 86 mil millones de dólares, informó el director de la petrolera, José Antonio González Anaya, a la Cámara de Diputados.

Sin embargo, Pemex se mantendrá como el competidor dominante, elegirá a sus mejores aliados y planeará la forma de que las inversiones en el sector no nos cuesten, declaró.

El anuncio, que forma parte de la estrategia para asumir el recorte de 100 mil millones de pesos, fue rechazado por diputados de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y Morena, que alertaron sobre una política para achicar a la petrolera, argumentar que está en quiebra y cederla a la iniciativa privada.

La coordinadora de Morena, Rocío Nahle García, sostuvo que sí hay recursos disponibles para enfrentar la falta de liquidez. Refirió que durante la administración de Emilio Lozoya Austin se enviaron recursos a paraísos fiscales y a cuentas en España, además de que la empresa hace descuentos de entre un centavo de dólar y tres dólares por barril de petróleo a sus clientes en el extranjero, por “ajustes de precio por competitividad, que representan una pérdida de 860 millones de dólares anuales.

Dinero hay. Todas las operaciones de compra y venta de petrolíferos, por más de 2.1 billones de pesos, están en paraísos fiscales, a nombre de 14 empresas privadas propiedad de Pemex, y ahí encontramos a personajes de primer nivel en la política, acusó.

En su comparecencia ante la Comisión de Energía, González Anaya insistió en que Pemex enfrenta problemas de liquidez causados por la caída del precio del petróleo, pero es una empresa ampliamente solvente, con reservas petroleras suficientes y crecientes, aseguró.

Desglosó las áreas donde se disminuyen los recursos, incluida la burocracia que, como informó ayer este diario, repuntó durante la administración de Lozoya Austin. El ajuste se hizo en tres áreas y con diferentes montos.

Refirió que dejarán de usarse 29 mil millones de pesos por la austeridad, que incluyen disminución en viáticos y gastos no esenciales. De ese monto, 13 mil millones de pesos se ahorrarán por la eliminación de dos direcciones: la de recursos humanos, que será absorbida por la de administración, y la de investigación y desarrollo tecnológico, que será absorbida por Pemex Exploración y Producción (PEP). Ambas direcciones fueron creadas bajo la dirección de Lozoya.

Se trata de un proceso de adelgazamiento corporativo importante, que incluye la oficina del director general, dijo.

Otra parte del recorte, por 65 mil millones de pesos, se realizará mediante el diferimiento de inversiones en Pemex Transformación y en PEP, y de esa cifra, 35 mil millones corresponden a la modernización y reconfiguración de tres refinerías, trabajos que serán realizados por la iniciativa privada.

También dejarán de invertirse 10 mil millones de pesos para un campo en aguas profundas, que también será entregado a empresas privadas a través de la nueva flexibilidad de la reforma energética.

Pemex se dedicará a desarrollar los proyectos que son rentables a partir del precio promedio del barril de crudo de 25 dólares, porque en muchos proyectos de exploración y explotación el costo de extraer es más alto que el precio actual, indicó.

Durante su comparecencia, el funcionario fue cuestionado por los diputados respecto de los excesos de su antecesor, Emilio Lozoya Austin, y le exigieron una investigación.

El panista Armando Rivera expuso que el escenario en la empresa es negativo, como se refleja en los estados financieros consolidados, y preguntó a González Anaya a cuánto asciende la falta de liquidez. El director de Pemex refirió que no hay un monto, es difícil cuantificarlo.

No obstante, refirió que el problema de liquidez implicó la falta de pago a 90 por ciento de los proveedores de la empresa petrolera, pero se ha comprometido con ellos a pagar los adeudos del año pasado.