Lerma, Méx.

La justicia federal concedió a comuneros de San Francisco Xochicuautla, en este municipio, una suspensión definitiva para detener la construcción de la autopista Toluca-Naucalpan, proyecto al que se oponen por considerar que provocará devastación ambiental.

La suspensión se opone al decreto de expropiación de 37 hectáreas del núcleo ejidal para la construcción de la citada vialidad. Ahora ni la empresa ni las autoridades podrán realizar trabajos hasta que se resuelva el fondo del juicio de amparo promovido por la comunidad.

Los pobladores señalaron que a pesar de esta resolución desde el jueves pasado ha llegado maquinaria al paraje de Buenavista, lo cual viola la sentencia del tribunal de segundo circuito en materia de amparo con sede en Toluca.

Los abogados de los comuneros han acudido con los representantes de la empresa Autovan (filial de Higa, de Juan Armando Hinojosa) para informarles de la resolución judicial y a investigar si ya les notificaron.

El pasado 10 de julio el presidente Enrique Peña Nieto expropió una franja de 37 hectáreas del núcleo comunal de San Francisco Xochicuautla para terminar la autopista Toluca-Naucalpan, que unirá Interlomas, en Huixquilucan, con el aeropuerto internacional de Toluca Adolfo López Mateos.

El gobierno federal recurrió a la expropiación porque desde hace más de ocho años los comuneros se han opuesto a esta carretera de cuota, debido a que pasará por el Bosque de Agua y el bosque Otomí-Mexica.

Consideran que esta vía sería el primer paso para terminar de urbanizar esta zona arbolada que capta gran parte del agua que abastece a a la Ciudad de México.

Los pobladores de Xochicuautla argumentan que el decreto expropiatorio se basa en falsedades, pues nunca se realizó una consulta entre la comunidad.

Acusan a los gobiernos federal y estatal de sembrar discordia y ofrecer dinero para que algunos pobladores del ejido avalen este proyecto.