Sábado 2 de abril de 2016, p. 3
La Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (Ofunam) comenzará su Segunda Temporada 2016 este sábado 2 y domingo 3 de abril en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario, con la batuta del director huésped venezolano Joshua Dos Santos (Caracas, 1985).
El programa está formado por las Suites para pequeña orquesta no. 1 y no. 2, Suite de Pulcinella y La consagración de la primavera, del ruso Igor Stravinsky.
El siguiente fin de semana, la Ofunam será dirigida de nuevo por Dos Santos y contará con la participación del pianista Charles Richard-Hamelin como solista.
El repertorio incluirá el estreno en México de la Obertura en mi bemol mayor de Paderewski, el Concierto para piano no. 2 de Chopin y la Sinfonía no. 3 de Penderecki.
Cada uno de los programas tiene una dificultad muy particular; Stravinsky siempre es difícil. Que la Ofunam pueda programar este tipo de repertorio es una muestra del gran nivel que tiene la agrupación en este momento
, considera el director invitado.
Formado en El Sistema venezolano, Dos Santos opina que “la música rusa siempre ha tenido un espíritu latinoamericano, incluso el mismo Chaikovski; por eso los latinoamericanos entendemos tan bien la música de los rusos, es como si fuese de nosotros; es un misterio, pero esa es la magia.
Históricamente no hay ninguna relación, estamos muy alejados geográficamente, pero la música rusa la sentimos de una manera muy fácil, entendemos su lenguaje, con Stravinsky esto se refleja en el uso de los instrumentos de percusión; sus obras son muy rítmicas, características también de las obras latinas, de autores como Eduardo Mata, Carlos Chávez, Silvestre Revueltas.
A propósito del maestro Mata, Joshua Dos Santos comenta que en Venezuela se trata de uno de los directores mexicanos “admirado de una manera sin precedente, el año pasado le hicimos un homenaje más.
“Él fue director de nuestra Orquesta Sinfónica Simón Bolívar y uno de los pilares del Sistema de Orquestas Juveniles de Venezuela. Su muerte, ocurrida en un accidente aéreo en 1995, fue un golpe muy duro para la orquesta y para la música de Venezuela.
“A Mata se le recuerda en mi país con mucho dolor por su pérdida, pero con mucha alegría por su música y su legado.
“De alguna manera siempre que vengo a México siento que el espíritu de Eduardo Mata está conmigo. La primera vez que estuve aquí dirigí la Filarmónica de Jalisco, que antes era la Orquesta de Guadalajara, una de las primeras que él dirigió en 1965.
“Ahora estoy con la Orquesta Filarmónica de la UNAM, donde Mata fue figura central; por eso siento que va siempre conmigo en todo lo que hago en este país y eso es para mí un honor: estar cercano al espíritu de un director de esa talla, de ese nivel.
La Ofunam es una excelente orquesta, sobre todo porque están las ganas de serlo, es lo más importante; es una agrupación muy motivada, dispuesta siempre a superarse, pues sus integrantes saben que la música es infinita e ilimitada.