París.

Este sábado hubo una nueva jornada de movilizaciones en París y varias ciudades del interior del país, en las que participaron unas 120 mil personas, contra la proyectada reforma laboral del presidente François Hollande, aunque tuvieron menor participación que las anteriores.

En esta capital miles de personas desfilaron con pancartas en las que se leían eslóganes como “Game-over, el pueblo se despierta”, o simplemente No, un mes después de la primera manifestación contra el proyecto, considerado demasiado liberal por sus detractores.

Casi al final de la marcha, en la plaza de la Nación, grupos de enmascarados arrojaron piedras y objetos a los agentes, quienes lanzaron gases lacrimógenos. En total, tres policías resultaron heridos y 26 personas fueron detenidas, indicó el Ministerio del Interior.

En las ciudades de Nantes y Rennes, dos de los principales focos de las protestas, también se registraron choques entre manifestantes y policías.

En Rennes al menos cuatro personas, entre ellas tres agentes, resultaron lesionados en los choques con la policía, la cual utilizó gases lacrimógenos para impedir el paso de la marcha hacia el centro histórico. En Nantes, los manifestantes erigieron barricadas y destruyeron vitrinas de comercios.

Esta es la sexta vez, desde principios de marzo pasado, que sindicatos de trabajadores y grupos de estudiantes llaman a manifestaciones para exigir el retiro del proyecto de reforma, que será debatido en la Asamblea Nacional a partir del 3 de mayo. La iniciativa prevé cambios a las reglas de los despidos laborales y semana laboral de 35 horas.

No obstante, pese a la determinación de los organizadores, la asistencia en todo el país fue menor que en convocatorias anteriores. El 31 de marzo, 390 mil personas salieron a la calle, según la policía, pero de acuerdo con los sindicatos fueron 1.2 millones.

El gobierno socialista defiende esta reforma en nombre de la lucha contra el desempleo, que afecta a 10 por ciento de la población, pero sus detractores la consideran demasiado favorable para los empleadores y critican especialmente la revisión de los criterios que permiten el despido económico.

En tanto, el movimiento Noche en Pie, nacido aquí a partir de las protestas contra el proyecto laboral, ocupa la plaza de la República desde el 31 de marzo, y ya se ha extendido a otras ciudades.