Lunes 25 de abril de 2016, p. 2
Londres.
En Londres se realizaba el maratón de mayor convocatoria del Reino Unido con 37 mil personas que recorrieron las calles de la ciudad. A 400 kilómetros de la Tierra, en el espacio, un hombre de 44 años corría sobre una banda mientras seguía el trazado londinense en un iPad para simular su participación en una carrera desde la Estación Espacial Internacional.
Ese hombre, enfundado en short negro y playera roja, como cualquier competidor en la Tierra, pero sujeto a un arnés para no salir flotando, era el astronauta británico Tim Peake, quien se convirtió en el primer hombre en completar un maratón en el espacio, corriendo la distancia clásica de 42 kilómetros, mientras estaba atado a una cinta de trotar a bordo de la Estación Espacial Internacional.
El astronauta realizó la carrera al mismo tiempo que se celebraba el maratón de Londres, mientras veía el recorrido por las calles de la capital del Reino Unido en tiempo real bajo sus pies en un iPad. En el espacio, Peake acompañó a esa multitud terrestre, todo registrado en video para que un juez del Libro Guinnes de récords supervisara su carrera desde la Tierra.
Gravedad cero
Peake completó el recorrido en tres horas, 35 minutos y 21 segundos, marca que se quedó muy lejos de la conseguida por el ganador de la carrera, el keniano Eliud Kipchoge, que la terminó en dos horas, tres minutos y cinco segundos, la segunda mejor marca del mundo.
Debido al esfuerzo que Peake tuvo que realizar por encontrarse en gravedad cero, tardó en correr el maratón un cuarto de hora más que cuando participó en esta misma carrera en 1999 en la Tierra, en la que obtuvo una marca de 3:18:50.
No es el primer austronauta que corre un maratón desde el espacio. En 2007, la estadunidense Sunita Williams corrió el maratón de Boston en 4 horas y 24 minutos. También sujeta a un arnés y con el cabello flotando, fue la primera en competir a larga distancia desde una estación espacial.
En esta ocasión, Peake extendió el entrenamiento de dos horas que hace cada día para que sus músculos y huesos no se consuman, ya que en microgravedad no necesitan ser tan fuertes. Peake corrió así, sin derramar el sudor, acumulándolo sobre la piel en una fina capa debido a que el aire no fluye igual, para convertirse en el primer varón en correr un maratón desde el espacio.