Todo mundo se ríe de los 18 años que Cruz Azul tiene sin un título, admitió el español Víctor Vázquez, y en ese sentido consideró que los integrantes del actual plantel estamos aquí para cambiar la historia y callar bocas, por lo que seguirán peleando por avanzar a la liguilla.

Trataremos de que la gente deje de mofarse. No es bueno burlarse de un club tan grande. No podemos pensar todo el tiempo en eso, pero ahí está, dijo Vázquez, quien aceptó ya estar acostumbrado, pues estuvo cuatro años en el Brujas de Bélgica, que suma 12 años sin ganar la liga.

Los Cementeros suman tres derrotas consecutivas y este domingo visitan al Toluca, ambos con 19 puntos en los sitios 10 y 11 de la tabla general.

Por respeto a los aficionados y al club seguiremos peleando por clasificar, queremos que la gente vuelva a creer en nosotros, expresó.

Vázquez confía en vencer a los Diablos Rojos y después jugarse el pase en la última fecha ante Tigres: Toluca regresará cansado (de su juego de ayer en la Copa Libertadores) y eso tenemos que aprovecharlo. Saldremos desde el principio con mucha presión sobre ellos.

Aunque los recientes resultados del conjunto celeste han sido negativos, el mediocampista aseguró que el rendimiento del equipo no ha sido malo.

Hemos perdido por varios factores, entre ellos la mala suerte. Nosotros íbamos por buen camino, pero después de la Copa ante Necaxa nos venimos abajo. Todos los equipos sufren rachas así, pero tenemos posibilidades de salir adelante, afirmó.

Sin embargo, aceptó que cuando sufre mala racha un equipo como Cruz Azul, de inmediato viene el pasado de tantos años sin un campeonato.

Nuestra afición es igual que las de otros equipos, sólo con más ansias de un título. No es algo que me pese, pero se entiende, observó el futbolista formado en el Barcelona, quien aseguró que desde el primer día que firmó con La Máquina siento amor por esta camiseta, un gran orgullo de portarla a pesar de la carga que llevamos.

Vázquez rechazó que el problema celeste se deba al aspecto mental o a falta de liderazgo del entrenador: Tomás Boy es un buen motivador, lo que pasa es culpa de los jugadores porque el técnico no es el que está en la cancha.