París.

El británico Chris Froome conquistará este domingo su tercer Tour de Francia, salvo una sorpresa mayúscula de última hora, después de salvar ayer la penúltima etapa, única oportunidad que tenían sus rivales para recortar distancias.

El español Ion Izagirre se llevó la victoria en la última fase corrida en Los Alpes, tras atacar al italiano Vincenzo Nibali y al colombiano Jarlinson Pantano en el peligroso descenso del Col de Joux Plane, puerto fuera de categoría a 12 kilómetros de meta, que ayer tenía el asfalto encharcado por las lluvias.

El ciclista del Movistar completó los 146.5 kilómetros entre Megeve y Morzine en 4:06.45 horas y consiguió el primer triunfo para su país en la presente competencia. Pantano llegó segundo y Nibali fue tercero.

Froome, campeón de la carrera gala en 2013 y 2015, entró junto con el resto de los favoritos a más de cuatro minutos de Izagirre y afrontará mañana la última jornada en París, donde es prácticamente imposible marcar diferencias, con más de cuatro minutos sobre sus contrincantes.

“Es la misma sensación de cuando gané el primer Tour. Es grandiosa. Todavía necesito llevar el domingo la camiseta amarilla a París, pero la competencia ya está decidida”, destacó el jefe de filas del equipo Sky.

El británico de 31 años compartirá el podio de los Campos Elíseos con el local Romain Bardet, quien está a 4.05 minutos, y con el colombiano Nairo Quintana (a 4.21). El español Alberto Contador, otro de sus grandes rivales, abandonó en la primera semana por varios percances físicos.

Será la primera vez que un ciclista gane dos ediciones seguidas del Tour luego de Miguel Indurarin, quien lo conquistó cinco veces consecutivas entre 1991 y 1995. El estadunidense Lance Armstrong habría ganado siete entre 1999 y 2005, pero su registro fue borrado por dopaje.

Contador también enlazó los títulos de 2009 y 2010, pero fue descalificado después de un segundo positivo por clembuterol.

A Froome ya sólo le separan 113 kilómetros del Tour.

El británico sufrió una caída el pasado viernes y acabó la etapa con magulladuras en el codo y la espalda y con una venda en la rodilla. Sin embargo, su pedaleo de ayer no mostró ninguna fisura, pese a las duras condiciones en las que se corrió la etapa, con mucha lluvia, bajas temperaturas y peligrosos descensos sobre mojado.