Río de Janeiro.

La Villa Olímpica estará fantástica antes del viernes, aunque todavía hay algunos desafíos por delante, afirmó ayer el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach.

En los últimos días antes de la justa siempre hay una que otra cuestión para resolver. Los brasileños la resolverán. Ya se puede sentir la energía olímpica, estamos ansiosos por tener unos grandes juegos. Siempre tuvimos confianza en Brasil. Será un evento fantástico, afirmó.

La visita de Bach ocurre días después de que la villa, localizada en el exclusivo barrio Barra da Tijuca, fue criticada por las delegaciones de Australia y Argentina, las cuales decidieron no hospedarse en el complejo debido a diversos problemas.

Éstas y las de otros países se quejaron de que las instalaciones eléctrica e hidráulica estaban sin terminar. También dijeron que los apartamentos lucían sucios con restos de obras y que había inodoros tapados.

Los organizadores de los juegos contrataron a más de 600 obreros para concluir lo que faltaba por hacer. El esfuerzo dio sus frutos y la delegación australiana aceptó regresar ayer a los apartamentos que le corresponden en la Villa Olímpica.

No obstante, las autoridades brasileñas multaron con 315 mil reales (96 mil dólares) al comité organizador del certamen por tener a obreros sin papeles en los trabajos de urgencia.

El 60 por ciento de los brasileños consideran que los juegos de Río traerán más perjuicios que beneficios al país, sumido en una crisis económica y política, frente a 32 por ciento que opina lo contrario, según una encuesta del instituto Ibope publicada por el diario O Estado de São Paulo.

En tanto, el Tribunal Arbitral del Deporte, con sede en Lausana, ejercerá desde Río durante los Juegos Olímpicos, donde por primera vez juzgará en primera instancia los casos de dopaje.