Buenos Aires.

Después de haber afirmado que el gobierno del presidente, el derechista Mauricio Macri, estaba preocupado por que se habían detectado en el país argentinos que se han formado en el Estado Islámico (EI o Isis), el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco sostuvo erste domingo que “no se encontró nada que indique su presencia en Argentina.

Las afirmaciones de Burzaco el sábado al diario Primera Edición, de la provincia de Misiones, en las que sostenía que “mediante un trabajo profundo hemos detectado argentinos que se han formado en Isis, lo que realmente nos preocupa, porque sabemos que han estado en zonas calientes del conflicto, en Siria o el norte de Irak “ y que hay ciudadanos que han ido y han vuelto, al país o a países vecinos como Uruguay, causaron una verdadera conmoción , ya que se asoció rápidamente con el tema de la Triple Frontera que une Brasil, Paraguay y Argentina.

Burzaco comentó que se estaba trabajando para evitar el fenómeno de “‘células dormidas, porque la experiencia nos dice que una o dos personas con pocos recursos pero mucha decisión pueden generar un desastre”, y advirtió que las áreas de inteligencia de las cuatro fuerzas federales y la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) trabajan en la investigación sobre los argentinos formados en el grupo terrorista.

Sin embargo, esta tarde mediante un comunicado negó esto y destacó que desde el Ministerio de Seguridad de la Nación queremos llevar tranquilidad a la ciudadanía, estamos trabajando de manera permanente, intercambiando información con agencias internacionales e incrementando los controles en los aeropuertos y en los pasos fronterizos.

Las contradicciones en el Ministerio de Seguridad son constantes y así lo denunciaron varios portales locales la noche de este domingo, al señalar que es evidente la intención de crear temor e la población y además preparar a la sociedad para que se acepten acuerdos de Seguridad con Estados Unidos, para adherir a Argentina a la mal llamada guerra antiterrorista (Portal 21, La Plata).

Por otra parte, el papa Francisco invitó al Vaticano al juez Federal Daniel Rafecas, cuya destitución, sin causa alguna y por vías no constitucionales, pidieron un grupo de periodistas, políticos y abogados cercanos al gobierno de Macri, provocando una reacción colectiva contra lo que se caracterizó como un peligroso avance para doblar a la justicia verdaderamente independiente.

A esto se añade una abierta persecución contra la procuradora general Alejandra Gils Carbó y sobre otros magistrados como la juez federal de San Martín, Martina Forns, quien dictó una medida cautelar en amparo a ciudadanos por los irracionales aumentos tarifarios en la luz eléctrica.

El juez Rafecas, fue convocado por el papa Francisco junto a otros jueces y fiscales para participar de un coloquio el 23 y 24 de noviembre. Este magistrado fue hostigado por medio de una carta pagada en un importante periódico local pidiendo su destitución por haber rechazado la denuncia de Alberto Nisman contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, por no tener validez jurídica ni prueba alguna, lo que fue ratificado por una Cámara de Casación.

Además de una serie de acciones contra esta situación en la justicia, el Espacio o Carta Abierta que reúne a importantes intelectuales, académicos y artistas reaccionó señalando que la esencia de todo núcleo civilizatorio supone que impere la justicia y señala que el juez Rafecas se halla entre los más probos y capacitados de la historia judicial contemporánea del país.

Se recuerda que Rafecas escribió un volumen de gran precisión sobre la cuestión penal en el Holocausto y que su dictamen sobre el caso (del fiscal Nisman) sigue esta misma rigurosidad, observa con una precisión impresionante las deficiencias notables del escrito acusatorio de este fiscal, mostrando sus debilidades intrínsecas, no solo en materia de pruebas sino de alteración de las mismas, La extensa carta concluye que ante todas estas actuaciones contra la justicia se está viviendo un momento triste y negro para la conciencia pública.

Escándalo judicial

En momentos en que las encuestas de los últimos días ratifican que la popularidad del gobierno de Cambiemos continúa cayendo día por día, el proceso abierto a la vicepresidenta Gabriela Michetti , por una cantidad de dinero no declarado, que le robaron de su casa, llevó hasta la Fundación Suma, que preside la funcionaria.

Al investigar esta fundación, se concluye que se han falsificado datos, que no tiene nada que ver con una fundación sin fines de lucro y que compromete a otros altos funcionarios.

Las denuncias del diputado del opositor Frente para la Victoria, Rodolfo Tailhade que llevó a abrir la causa contra Michetti llevaron a investigar cuentas, empresas y contrataciones de Juan Tonelli, pareja de Michetti. Plantea la sospecha de que parte del dinero puede tener origen en contrataciones directas con las que (Tonelli)fue beneficiado el año pasado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Lo que ha surgido a partir de esta investigación, lleva a una escandalosa cadena de fundaciones, todas ligadas con Estados Unidos, que compromten a la mayoría de los funcionarios y a ministros del gabinete del presidente Macri.