El presidente de México, Enrique Peña Nieto, necesita sorprender con objetivos más severos en materia fiscal y de lucha contra la corrupción, si quiere revertir el mal sabor de la visita al país del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, consideró el lunes un ejecutivo del banco suizo UBS.

La visita hace dos semanas de Trump, que generó rechazo en amplios sectores de la sociedad mexicana, ha propiciado un notorio empeoramiento de la dinámica política y reducido la capacidad del mandatario de impulsar medidas que mejoren el desempeño económico, dijo UBS en un reporte sobre inversión en México, titulado Lame-duck presidency: Now what?

El reporte ratifica una recomendación de reducir inversiones en acciones locales vigente desde noviembre de 2015, y refuerza la idea de subponderar posiciones en el peso mexicano, cuya perspectiva se ha deteriorado en los últimos dos meses.

“El presidente va tener que dar un shock de expectativas importante si es que quiere cambiar el rumbo por el que ahora atraviesa el país”, dijo Jorge Mariscal, jefe de inversiones en mercados emergentes de UBS Wealth Management, firma que administra 2 billones de dólares en activos en todo el mundo.

Para el banquero, entre las sorpresas positivas estarían plantear objetivos más drásticos de ajuste del gasto presupuestal, que permitan lograr mayores metas de ahorro fiscal, o una mejora de la recaudación tributaria del país, que aún sigue siendo baja en proporción del producto interno bruto.

Agregó que medidas que enfrenten el deterioro en términos de corrupción e impunidad, así como en la lucha contra el crimen organizado, serían bienvenidas y apoyadas por la población.

Nos encontramos con un presidente que no ha podido, desafortunadamente, entregar lo prometido en cuanto a crecimiento económico y con un capital político bastante erosionado, agregó Mariscal por teléfono desde Nueva York.