Por los recortes de este año al presupuesto, el alza a los precios de los combustibles y la caída del peso frente al dólar, los costos de producción para los campesinos se elevarán 40 por ciento, lo cual afectará la economía de los pequeños agricultores y de los consumidores, quienes también pagarán más por los alimentos, aseveró el Observatorio de Precios.

Los daños son irreparables, el resultado es el aumento de las importaciones de alimentos y la debacle de los precios al campesino. El gobierno ha dejado el campo en manos de las empresas trasnacionales y de los grandes empresarios, sin tomar en cuenta a los pequeños y medianos productores, apuntó María Rosario Castro, analista del Observatorio de Precios.

Respecto de los precios al consumidor, apuntó que durante la actual administración el precio del bolillo se duplicó. Pasó de un peso a dos por pieza, el de la leche se elevó cuatro, de 12 a 16.50 por litro, y el kilo de carne subió de 80 a 148.

Los ajustes a los precios de las gasolinas y la electricidad también han repercutido en los aumentos de los costos de producción, los cuales, a finales de año, serán 40 por ciento superiores respecto de los de 2015. Hace cuatro años el litro de gasolina valía 11.37 pesos y actualmente es de 14.81; el diésel pasó de 11.17 a 14.45.

El último trimestre del año, agregó, será de fuertes alzas a los costos de producción y a los precios de los alimentos de la canasta básica.

El panorama es poco alentador, ante la propuesta de recorte al presupuesto para el campo (PEC) de 13 por ciento para el próximo año y la eliminación de 26 rubros, ya que, de acuerdo con la propuesta del Ejecutivo federal, no se les asignó ningún recurso, lo que afecta la producción de alimentos agrícolas y pesqueros.

De su lado, las 14 agrupaciones que conforman el movimiento El Campo es de Todos advirtieron que el presupuesto para el sector rural propuesto para 2017 es de muerte y pone en mayor riesgo al campo.

El recorte al presupuesto debe preocupar a toda la sociedad, pues de no modificarse la política hacia el campo se lleva a la pobreza a muchos mexicanos y niega su derecho a la alimentación, apuntaron Carmen Antuna Cruz, de la Central Campesina Cardenista; Eduardo Navarro, del Frente Popular Francisco Villa Siglo XXI, y Héctor Yescas, de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala.