Durante una discusión sobre los matrimonios igualitarios en el Congreso de Aguascalientes, el diputado panista Adolfo Suárez Ramírez indicó que los homosexuales deben recriminar a la naturaleza por su condición.

En la sesión de la diputación permanente, el legislador aseguró que está en contra de que se hable de discriminación por parte de grupos no heterosexuales: “la naturaleza misma, Dios para los que somos creyentes, nos hizo hombres o nos hizo mujeres, y no hay de otra, señores, no le busquemos; si hay alguien a quien recriminar, recriminémosle pues a la naturaleza.

“Esa naturaleza es un orden natural establecido; el matrimonio, coincido con muchos expositores, no es un derecho, es una institución. La Corte, señores y señoras, son seres humanos, igual que yo y que todos ustedes, y no son infalibles.

¿Por qué tenemos que adoptar modas que nos traen de fuera? Pensemos, amigos, adónde queremos llevar a este México donde vivimos.

Afirmó que no está contra ningún grupo que se manifiesta, como gays o lesbianas. Al contrario, estoy en favor de que se legisle en lo que creen que les hace falta.

El diputado y abogado concluyó que no recordaba bien lo que establece el artículo cuarto constitucional; no obstante, puntualizó: pero de lo que estoy bien seguro es de que la única manera de tener hijos es entre un hombre y una mujer; de ahí la familia natural.

Al concluir la sesión, Jorge Varona, presidente de la bancada del PRI, que con el PVEM hace mayoría, indicó que la aprobación de los matrimonios homosexuales no es un tema de religión, por lo que las marchas no tienen que ver con temas legislativos.

Personalmente estoy en favor del matrimonio igualitario, es un derecho humano, no es un tema religioso, sino un convenio administrativo.

En Oaxaca, Yesenia Esteva Valdivieso, representante de la comunidad joven de lesbianas del Istmo, o muxhes inguiu’ en zapoteco, expresó que también son hijas de Dios, y pidió un alto a la discriminación social porque, dijo, la Iglesia católica debería ser protectora, respetar la orientación sexual y no juzgarlas, como ha ocurrido en días recientes en las redes sociales, las calles y la sociedad.

No sabemos por qué los sacerdotes cuestionan tanto, por qué dicen que somos malos, por qué nos odian, por qué nos critican, cuando ellos han violado a niñas y niños, cuando ellos oran por la vida; o ¿para qué lo hacen, que intenciones traen?, cuestionó Yesenia.

Asimismo, preguntó por qué la Iglesia se opone a los matrimonios del mismo sexo y a la adopción, cuando cada ser humano es libre de decidir su futuro siempre y cuando lo haga con responsabilidad.