En México, 67.5 por ciento de los niños y adolescentes recluidos por cometer algún delito desertaron de la educación básica, por lo que enfrentan no sólo la privación de la libertad, sino el rezago educativo, alertaron expertos y autoridades del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Al inaugurar el Seminario Internacional sobre el Derecho a la Educación de Adolescentes Privados de Libertad, Erika Strand, representante adjunta de Unicef en México, destacó que de los 4 mil 300 adolescentes internos en el país, al menos 2.5 por ciento nunca habían asistido a la escuela.

En el acto, convocado por Unicef y el gobierno de la Ciudad de México, agregó que 24 por ciento tienen estudios de primaria, 41 por ciento de secundaria y 27 por ciento de bachillerato. La mayoría estaban fuera de la escuela o en rezago educativo al momento de su internamiento, indicó.

Mary Beloff, fiscal especial de política criminal, de derechos humanos y servicios comunitarios de Argentina, destacó que la normativa internacional marca que es responsabilidad de los estados garantizar la protección debida a los menores, pero también generar las condiciones para que puedan ejercer sus derechos, incluido, el acceso a una educación de calidad, estén o no privados de la libertad.

Elisa Lavore Fanjul, directora general de tratamiento para adolescentes del gobierno de la Ciudad de México, indicó que en el sistema tutelar actualmente hay 143 adolescentes privados de su libertad, de los cuales sólo 10 son mujeres, mientras que 404 están en libertad, pero sujetos a un proceso de seguimiento.

Destacó que uno de los principales retos es consolidar una política de reinserción de los adolescentes infractores, apostando a las medidas no privativas de la libertad como marcan los estándares internacionales, porque de lo que se trata es que los adolescentes en sus contextos generen sus propias alternativas.

Indicó que más de 66 por ciento de los adolescentes detenidos han sido sancionados por robo, y una cifra menor por narcomenudeo u homicidio.

Agregó que si se hace el mapeo de dónde son originarios se puede detectar que hay zonas de la ciudad donde parece que se generan condiciones de mayor riesgo para los adolescentes, como Desarrollo Urbano Quetzalcóatl, Santa Cruz Ameyalco, en Iztapalapa, o la colonia Morelos, en la delegación Cuauhtémoc.

Lavore Fanjul indicó que se busca impulsar un nuevo modelo educativo para los adolescentes privados de la libertad que incluya no sólo el sistema a distancia, sino presencial, por lo que, dijo, se requieren maestros especializados en diferentes asignaturas para poder formar una población adolescentes que demanda una atención pedagógica especializada.