Senadores de PRD y PT demandaron a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) llevar a cabo una investigación del guardadito de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ya que son recursos para la impartición de justicia, no para garantizar pensiones millonarias a los ministros que la integran.

El coordinador petista, Manuel Bartlett, recalcó que es una irregularidad que no se pude permitir, y lamentó que la SCJN, que es la responsable de garantizar el estado de derecho y la Constitución, pase por encima de ésta para procurarse beneficios.

El perredista Fernando Mayans consideró que lo hecho por los ministros es un robo, porque están guardando recursos para garantizar su futuro. Es una contradicción, dijo, que en sus sentencias hayan establecido un tope máximo de 10 salarios mínimos para las pensiones de las mayoría de los mexicanos, mientas ellos se despachan en grande.

El senador Bartlett recalcó que ese abuso le quita autoridad moral al Poder Judicial, por lo que, insistió, es indispensable que la ASF analice a fondo ese asunto, ya que es ilegal que destinen los recursos presupuestales a objetivos diferentes para los que se los otorgó el Congreso. Ello es ilegal, ya que nadie puede hacer sus ahorritos con dinero que no le corresponde.

Bartlett resaltó que si la Suprema Corte está recibiendo más de lo que se requiere para impartición de justicia, que lo devuelva. El Congreso, dijo, debe analizar a profundidad la partida destinada al máximo tribunal del país para 2017, y no dar un presupuesto mayor, ya que está visto que piden más recursos, pero es para sus propios intereses .

Es inaceptable, insistió, que el poder encargado de garantizar el estado de derecho lo viole. Esta situación está quitándole autoridad a la Suprema Corte ante la opinión pública.

El senador Mayans dijo que el problema es que existen privilegios en el tema de pensiones, tanto en el caso de los ministros de la Corte como en el de los ex presidentes de la República y las que reciben funcionarios de la banca, que son millonarias, mientras la mayoría de los mexicanos no alcanzan una pensión digna, luego de toda una vida de trabajo.