Bogotá.

Líderes mundiales, organizaciones internacionales y activistas por la paz recibieron ayer con beneplácito la entrega del Nobel de la Paz 2016 al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, con la esperanza de contribuir al fin del conflicto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que lleva más de 50 años vigente en la nación sudamericana.

El Comité del Nobel tomó la decisión correcta en acoger sus esfuerzos incansables para conseguir una paz justa y duradera en Colombia, manifestó el presidente de Estados Unidos, Barcak Obama, quien sorprendió al mundo al recibir el mismo galardón en 2009, con pocos meses de llegar a la Casa Blanca.

El proceso de paz ha ido demasiado lejos para retroceder ahora, afirmó Ban Ki-moon, secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en tanto la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea felicitaron por separado al mandatario por sus esfuerzos para poner fin a 52 años de conflicto armado, y calificaron al galardón de nuevo incentivo para la paz duradera.

Para toda América Latina una gran noticia ese premio Nobel; es un gran honor no sólo para Colombia, sino para toda la patria grande, expresó por su parte el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, junto a su homólogo peruano, Pedro Pablo Kuczynski, quien felicitó a Santos por persistir tanto por la paz.

Michel Temer, presidente de Brasil, señaló que es un justo reconocimiento por sus esfuerzos en favor de la paz. El premio es un orgullo, no sólo para los colombianos, sino para toda la región.

Para el argentino Adolfo Pérez Esquivel, quien recibió el galardón en 1980, el Premio Nobel es una herramienta al servicio de los pueblos, y esperamos que esta designación ayude a encontrar la paz que Colombia se merece.

La guatemalteca Rigoberta Menchú (1992) y la paquistaní Malala Yousafzai (2014) destacaron por vía Internet que la valentía y lucha incansable de Juan Manuel Santos por lograr la paz tras medio siglo de conflicto. También Óscar Arias, ex presidente de Costa Rica, galardonado en 1987, expresó su resplado a los acuerdos de paz recién alcanzados.

Otros gobiernos, como los de Chile, Panamá, Costa Rica y Venezuela, se unieron a las felicitaciones a Santos. Alemania, Francia, España e Italia destacaron la importancia del pacto de paz.