El pleno de la Cámara de Diputados aprobó ayer reformas a la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos, que amplían las deducciones tributarias a las empresas privadas que han obtenido contratos para exploración y extracción de hidrocarburos.

Asimismo, aprobó la Ley Federal de Derechos, punto en el que realizó el único cambio a la primera parte del paquete económico 2017, para rechazar la propuesta presidencial de exentar a la IP del pago por el uso de postes, torres, ductos o bienes similares de propiedad pública para el tendido de sus cables de telecomunicaciones.

Durante la sesión de ayer, Morena insistió en que las facilidades otorgadas a compañías en materia de hidrocarburos amplían la desventaja para Pemex, mientras la bancada del PRI sostuvo que también se otorgan exenciones tributarias a la petrolera nacional.

En la discusión de las modificaciones a la ley, Jericó Abramo (PRI) afirmó que con el cálculo previsto en la norma sobre las exenciones la ventaja fiscal es para Pemex, no para las empresas privadas. Pemex, la empresa que es utilizada sólo para el debate sin fondo, nos necesita, y esta ley garantizará que tenga más dinero y le permita crecer, no sólo en ventajas para sus trabajadores, sino en inversiones en exploración y refinación. Tendrá entre 30 mil y 50 mil millones de pesos adicionales, expuso.

Su homólogo Vidal Llerenas (Morena) afirmó que la modificación propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto busca aceptar que la reforma energética no funcionó, y ahora se permite cambiar los contratos de compañías privadas que extraen petróleo y, cuando distintas empresas formen un consorcio, podrán deducir entre ellos los mismos contratos y la misma inversión.

Afirmó que se trata de un régimen fiscal similar al de la consolidación fiscal, figura que permitirá a las compañías petroleras compensar ganancias con pérdidas, al cabo que los ingresos se sacarán de la gasolina, con los 180 mil millones de pesos que se van a recaudar en 2017 por el gravamen a los combustibles.

El dictamen se aprobó con 360 votos en favor de PRI, PAN, PVEM, PES y Panal, y 53 en contra de Morena, Movimiento Ciudadano. El PRD votó dividido. De la mano de los chuchos, la mayoría de esa bancada avaló la reforma, y sólo votaron en contra los que forman la corriente conocida como galileos.

Las empresas privadas, insistió Llerenas, son las grandes beneficiarias de este dictamen, porque –explicó– la ley sólo permite a Pemex deducir 12 por ciento por barril de petróleo, pero a las contratistas se les concede hasta 60.

La mayoría rechazó las propuestas de ajuste al dictamen presentadas por Morena, e incluso una del perredista Julio Saldaña, quien señaló que si la intención de la reforma realmente es beneficiar a Pemex, entonces debía ampliarse su margen de deducibilidad.

Durante la revisión del dictamen en materia de derechos, Morena también sostuvo que se entregaron más facilidades a las compañías petroleras, al suprimirse el trato preferencial a Pemex para ubicarla en un plano de igualdad ante sus competidores.