Profesores normalistas que lograron plazas en el ciclo 2014-2015, mediante el primer examen de ingreso al Servicio Profesional Docente tras la aprobación de la reforma educativa, afirmaron que, pese a obtener resultados idóneos, en la mayoría de los casos consiguieron empleos que no son de tiempo completo o no cubren sus expectativas económicas o de desarrollo profesional.

En los resultados de un estudio elaborado por el Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (INEE) sobre las percepciones de los docentes normalistas de nuevo ingreso en prescolar, primaria y secundaria de seis estados del país, destaca que los nuevos educadores cuestionan el proceso de evaluación establecido en la Ley General del Servicio Profesional Docente.

Lo anterior no por temor a ser evaluados, sino porque consideran incorrecto tener diferentes exámenes de ingreso, diagnóstico y permanencia en un tiempo tan corto, cuando de manera simultánea atienden grupos y se adaptan a la vida en las escuelas.

Inconformidad

El informe, denominado Mi primer año como maestro, destaca que gran parte de los egresados normalistas expresaron su inconformidad por la falta de claridad de las autoridades sobre los tiempos y procedimientos de la evaluación, lo cual generó incertidumbre.

Desde la aprobación de la reforma educativa y la creación del Servicio Profesional Docente, los maestros de nuevo ingreso que acceden a una plaza deben presentar en menos de un año una prueba de diagnóstico sobre su desempeño y someterse a su primera oportunidad, de un total de tres, para acudir a la evaluación.

Cuestionados sobre su preparación para el examen de ingreso, la mayoría de quienes participaron señalaron que los apoyos otorgados por la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación fue muy limitado, pues se centró en dar un repaso a los contenidos y presentarles ejercicios parecidos a los que vendrían en el examen.

Además, expresaron que había asesores con poca información y escasa claridad sobre los temas, lo cual les generó confusión.

Por lo que respecta a su preparación en las normales, gran parte de los egresados valoraron de forma positiva la especialización recibida para desempeñar su labor en las aulas, pero reconocen que hay carencias.