Descapitalizar el campo en la Ciudad de México por los recortes previstos en el Presupuesto de Egresos de la Federación del próximo año hará más difícil contener la presión de los especuladores inmobiliarios sobre el suelo rural y el crecimiento de la mancha urbana; afectará la seguridad alimentaria de la población de esas comunidades y revertirá los avances en la disminución de la pobreza extrema y carencia de comida.

Al exponer su pronóstico a diputados de la Asamblea Legislativa, la titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec) del gobierno capitalino, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, ofreció sumar el apoyo de los productores y prestadores de servicios de las siete delegaciones rurales en las estrategias que definan los legisladores en defensa de los recursos de la ciudad.

En su comparecencia ante las comisiones unidas de Desarrollo Rural y de Asuntos Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios y Atención a Migrantes, con motivo de la glosa del cuarto Informe de gobierno de Miguel Ángel Mancera, expuso que el recorte afectará particularmente a los pequeños productores agrícolas, pecuarios y acuícolas, así como a quienes se dedican a la comercialización.

Dijo que la falta de incentivos a la producción generará un decremento de la siembra y la desertificación de suelos fértiles que serán susceptibles de ser lotificados, lo que induce el avance de la mancha urbana.

Refirió que el gobierno de la ciudad avanzó considerablemente en la disminución del índice de pobreza extrema y carencia alimentaria, de 2.5 a 1.7 por ciento entre 2012 y 2014, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, logró que se verá afectado.

Entre los proyectos que no serán afectados por estar financiados con recursos propios, resaltó la construcción de 80 biodigestores, un compostario y plantas de abono orgánico en siete delegaciones; y se extenderá la campaña Consume local, que permite la venta directa de los productores a los consumidores.