Evitan socialistas la celebración de terceras elecciones generales en menos de un año
Si se cumple la agenda y no hay sorpresas, el próximo domingo habrá presidente del gobierno
Lunes 24 de octubre de 2016, p. 27
Madrid.
Después de cuatro horas de debate y más de 50 intervenciones, el Comité Federal del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el máximo órgano de decisión, adoptó este domingo una decisión histórica: por 139 votos a favor y 96 en contra, finalmente se abstendrán en la sesión de investidura del candidato del derechista Partido Popular, (PP), Mariano Rajoy.
El próximo domingo 30 de octubre el líder de la derecha logrará su primera relección en el cargo de presidente del gobierno gracias a los votos de su partido 137, de los 32 diputados de Ciudadanos y la diputada de Coalición Canaria (CC) y con la abstención del grupo socialista.
España está sin gobierno normalizado
desde los comicios del pasado 21 de diciembre, en los que por primera vez se fragmentó el Parlamento español en cuatro grandes bloques y dificultó como nunca la formación de gobierno. El PP logró conservar el primer lugar en votos y diputados, tanto en las elecciones de diciembre como en las que se tuvieron que celebrar en junio pasado para intentar desbloquear la situación. A pesar de los numerosos casos de corrupción y los severos recortes en los servicios públicos y el adelgazamiento del Estado del bienestar, el PP sumó 123 diputados en los comicios de diciembre y 137 en los de junio pasado, que son los que tiene actualmente.
El problema para la formación de gobierno era que el PP no logró los acuerdos necesarios para sumar más de 176 diputados, que es la franja de la mayoría absoluta. El PSOE conquistó la segunda plaza en ambos comicios, primero con 90 diputados y después con 85; mientras la formación emergente de izquierda Podemos se situó en el tercer puesto con 71 escaños, y Ciudadanos, la otra fuerza emergente derechista, en el cuarto lugar con 32 escaños.
Con este escenario, la llamada llave de la gobernabilidad
la tenía el PSOE, una vez que ni el PP era capaz de sumar más fuerzas a su coalición con Ciudadanos y CC, y el propio PSOE no pudo aliarse con el resto de fuerzas de izquierda –Podemos votó contra la investidura del anterior líder socialista, Pedro Sánchez– ni de los nacionalistas catalanes y vascos.
Así que si no hay sorpresas, el próximo domingo 30 de octubre el actual presidente en funciones, Mariano Rajoy, será investido en segunda votación y por mayoría simple gracias a la abstención de los socialistas, sus acérrimos e históricos adversarios políticos. Así se acordó después de cuatro horas de debate en las que intervinieron 50 dirigentes de todo el país, incluidos los que se habían pronunciado claramente por mantener el no
a Rajoy, sobre todo los próximos al anterior secretario general, Pedro Sánchez, y los representantes del Partido Socialista de Cataluña (PSC). Así como los que se habían pronunciado por la abstención o por la responsabilidad para evitar unas terceras elecciones
, que a su juicio supondría un grave daño al país, incluida la poderosa líder del socialismo andaluz, Susana Díaz.
El Comité Federal del PSOE, integrado por todos los representantes de los territorios del país, estableció que había una disyuntiva entre dos escenarios malos
para el partido: o abstenerse en la investidura de Rajoy y permitir así que inicie la legislatura, o votar en contra, como han hecho hasta ahora, y forzar las que hubieran sido las terceras elecciones generales en menos de un año. Unos hipotéticos comicios a los que hubieran concurrido sin candidato, ya que el partido actualmente está dirigido por una gestora presidida por Javier Fernández, presidente de Asturias, y con el partido dividido y sin estrategia clara.
La mayoría de las intervenciones apelaron a la responsabilidad
y reconocieron que era una de las decisiones más difíciles en la historia reciente del partido, con más de 130 años de historia y que en los últimos 40 años de democracia en España ha detentado el poder durante los 13 años de gobierno de Felipe González (1983-1996) y los ocho de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2012). Ahora se deberá decidir si se abstiene la bancada completa, como pide la mayoría de los líderes a favor de facilitar la gobernabilidad, o si por el contrario se decide que sólo se abstengan 11 diputados, que es lo que se necesita para sacar adelante la investidura.
Desde el PP y desde el gobierno se ha mantenido un discreto silencio, que sólo rompió la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, quien elogió la decisión de los socialistas al sostener que actúan con responsabilidad
. A su vez, Pablo Iglesias, líder de Podemos, señaló que hoy nacía la gran coalición que nos tendrá enfrente
. Ciudadanos también reconoció la decisión del PSOE como un gesto de responsabilidad
.
Si se cumple el calendario, este lunes el rey Felipe VI, en calidad de jefe del Estado, iniciará una nueva ronda de contactos para enviar una nueva propuesta de investidura al Parlamento. La primera sesión será el viernes, que con toda probabilidad será rechazada, y finalmente el domingo se elegirá in extremis a Rajoy como presidente del gobierno para los próximos cuatro años.