El grupo Sefarad llevó a los asistentes por los sonidos del mundo
Domingo 30 de octubre de 2016, p. a10
Sonidos del mundo, de templos, de ritos, de gente que se congrega para rendir homenaje a la vida, ecos de Sefarad, agrupación mexicano-israelí que se presentó en el Festival Internacional Ollin Kan Tlalpan 2016, ante unas mil personas que escucharon música más allá del dial.
Sefarad se formó en 1985 con músicos y actores mexicanos, judíos de diversos orígenes. Crean un espectáculo que intercambia canciones sefardíes en ladino con romanzas anónimas, poemas judeo-españoles de la Edad Media y dichos populares.
Tras un viaje de su director, Elías Fasja Cohen, a París y un afortunado encuentro con el libro Letras a un pintor ke kreiya azer retratos imaginarios, con la venia del autor, se incorporó como hilo conductor de la presentación del grupo esta hermosa carta escrita por Marcel Cohen en djudio o ladino, lengua que él no habla, pero escribió basado en la memoria de una lengua en la que le hablaron durante su infancia antes de perder a su familia durante el Holocausto.
En entrevista, Elías expresó: “Interpretamos música y poesía sefardí, que están constituidas por músicas que vienen de España, muchas de ellas parte del romancero español. El idioma es un español arcaico adherezado con expresiones hebreas de las tierras del exilio, después de la expulsión. Los judíos se llevan el idioma español, que siguen hablando hasta la fecha. Es un español arcaico que tiene expresiones hebreas, turcas, mediterráneas, que se fueron adicionando a través del tiempo.
Hay muchas historias detrás y es una lengua que se resiste a morir. A pesar de haber salido de su tierra de origen, este pueblo lo ha mantenido como parte de su idioma en su habla cotidiana.
Las canciones hablan de amor y suele interpretarse que en algunas ocasiones se trata del que existe entre un hombre y una mujer, cuando en realidad se refiere del amor a España. Así como del deseo de regresar, de que algún día los hijos que salieron hace 500 años vuelvan a Epaña. En algunos textos que el grupo lee se habla de que los judíos que salieron de España se llevaron las llaves de su casa para que alguna generación tuviera la posibilidad de regresar y abrir sus casas.
Pocos cantantes interpretan las canciones como las del grupo Sefarad. Destacan Jaramar, Yazmín Levy; hay grupos de danza que ejecutan piezas ladinas con aderezos españoles.
Elías añadió que la presencia judía en España fue de 800 años. “Eso creó raíces y por eso es un dolor tan grande. La cultura es compleja y se desarrollaron ciencia, humanidades, medicina, literatura, filosofía. Esta múica recoge todo eso. Tienen algunas piezas 400 años. Es muy triste. Hay cantos de duelo. Hay especialistas que han recopilado mucho material, muchas canciones. Hay en la colección Sepan cuantos… algo de fácil adquisición. Hay institutos en varios países que se dedican al estudio de la lengua sefaradí.
“Lo que nosotros interpretamos son canciones que nacieron populares y es difícil de saber su antigüedad. Son temas que tienen 600, 800 años. Las que sobreviven son las mejores. Hay que imaginar que se cantaban en las plazas, en las bodas, en los nacimientos, en las reuniones. No había radio. Nosotros cantamos hoy Adiós, querida; Abraham nuestro padre; La pastora, que es a capella; La morena.”
Recientemente se presenta-ron en el Cervantino, en Estados Unidos y en delegaciones de la Ciudad de México.