Alcanzar la universalización del bachillerato en México no demorará 70 años, como proyectó la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), afirmó el subsecretario de Educación Media Superior, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, quien destacó que tan sólo en tres años (2013-2015) la cobertura de ese nivel se elevó 12.6 por ciento, para alcanzar 78.7 por ciento del total.

Se trata, afirmó en entrevista con La Jornada, de una ruptura radical respecto de las tendencias tradicionales en la atención de la cobertura, pues desde que se aprobó la obligatoriedad del bachillerato, en 2012, México imprimió una velocidad extraordinaria a algo que se definió prioritario, pues creció en cobertura el equivalente a lo alcanzado en los 10 años anteriores.

Afirmó que sería inimaginable que la meta de universalizar el bachillerato se alcanzara hasta 2100, como estima el Informe de seguimiento de la educación en el mundo (Informe GEM) 2016, elaborado por la Unesco, en el que destaca que no sólo se requiere acelerar el proceso, sino incrementar la inversión que se destine al sector, lo que contradice la política de recorte presupuestal que el gobierno federal prevé aplicar al sector educativo.

Sin embargo, en México aún hay más de 10 entidades por debajo de la media nacional, entre ellas Oaxaca, donde la cobertura es de 63.5 por ciento; 65.2 en Guerrero; 69.7 en Chiapas; 70.7 en Guanajuato; 71.6 en San Luis Potosí, y 73.6 por ciento en Zacatecas.

Un cuarto de estudiantes aún desertan de la escuela

Tuirán Gutiérrez reconoció que entre los mayores desafíos para frenar la desigualdad educativa en el país está elevar el número de jóvenes que pasan de la secundaria al bachillerato, pues 25 por ciento aún desertan de la educación.

Agregó que en 2012 se detectó que sólo 65 por ciento de los estudiantes de secundaria que recibían una beca del programa Progresa ingresaban a la educación media superior, es decir, 176 mil 664 que concluyeron la secundaria no ingresaron al bachillerato, cifra que alcanzó 155 mil en el ciclo escolar 2014-2015.

Actualmente, dijo, la cifra ya es de 75 por ciento, y la meta es alcanzar 85 por ciento para 2018. No obstante, aún 13 entidades se ubican por debajo de esa media. Entre ellas, Jalisco, con sólo 54.6 por ciento de los adolescentes que concluyen la secundaria. En la Ciudad de México son 61.7; 64.7 en Guanajuato; 66.8 en Oaxaca, y 67.2 en Nuevo León y Querétaro.

El funcionario enfatizó que en algunos grupos socioeconómicos se mantiene la dificultad de ingresar a un siguiente nivel educativo. Lo que normalmente ocurre en la educación media superior es que sólo 62 por ciento pasan de un ciclo al siguiente.

Explicó que aunque más de un millón de jóvenes se gradúan, sólo seis de cada 10 deciden pasar al siguiente nivel. Los otros entran al mercado de trabajo o se retiran y se van a formar una familia, a tener hijo, y ya no hay una continuidad en la trayectoria escolar.

Asimismo, Tuirán subrayó que si el bachillerato y la educación superior dejan de ser monopolio de los segmentos sociales más prósperos o de clases medias y se socializan, este país va a sufrir una transformación extraordinaria.

Destacó que en México, en una perspectiva de largo plazo y “a pesar de que han mejorado los indicadores educativos, las brechas entre grupos por deciles de ingreso no se han movido radicalmente –han tendido a disminuir–, pero ha sido relativamente lenta la desaparición de las desigualdades, y más entre entidades”.

Es decir, en el país mejoran los indicadores educativos, pero las brechas no se mueven tan significativamente como hace el indicador, lo que revela la necesidad de contar con políticas públicas más sólidas en cuanto a la inclusión y la equidad, concluyó el subsecretario de Educación Media Superior.