El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan aseguró que en Guerrero las personas que han sido víctimas de la violencia desconfían de la autoridad por su complicidad con el crimen organizado.

En un análisis, cuestionó que las autoridades mantienen intocado el sistema de seguridad. No se atiende este reclamo, no realizan depuraciones ni cambios entre los agentes que trabajan para la delincuencia, expresó.

Indicó que la población sabe con mucha precisión que gran parte de los hechos violentos se deben a esta colusión de los elementos de las corporaciones policiales con las organizaciones delictivas. Pero a pesar de esta verdad de Perogrullo, las autoridades no actúan en favor de la población, que está en el límite de la sobrevivencia.

Cambio de estrategia

La organización no gubernamental se pronunció por un cambio en la estrategia de seguridad, porque el aumento efectivo de militares y de policías no ataca las raíces de los actos de violencia ni identifica las problemáticas sociales prevenibles. Tampoco, añadió, se enfrenta a la delincuencia en el ámbito económico-social.

El gran desafío, manifestó, es cómo garantizar la gobernabilidad implementando una estrategia integral de seguridad, promoviendo el bienestar social, reduciendo la desigualdad y la brecha económica.

Advirtió que los recortes presupuestales al gasto social, la desatención en el sector salud, la falta de apoyo a los campesinos e indígenas pobres para la producción de básicos y el gran rezago educativo ponen en grave riesgo la gobernabilidad en el estado.