Jueves 17 de noviembre de 2016, p. 4
Los niveles históricos de agroexportaciones que ha alcanzado México en 2016 únicamente benefician a grandes empresas con capacidad de producir a nivel industrial, pero al mismo tiempo el país sigue importando casi la mitad de los alimentos que consume a un costo cada vez más alto, debido al alza del precio del dólar.
Advirtieron lo anterior líderes de organizaciones campesinas, quienes lamentaron que la falta de apoyo a los pequeños y medianos productores genere un aumento en la pobreza rural y una mayor pérdida de la soberanía alimentaria.
Según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), al tercer trimestre de 2016 se han registrado ventas al extranjero por unos 22 mil millones de dólares, con posibilidades de alcanzar incluso los 30 mil millones al terminar el año.
Este récord ‘‘histórico’’ dejaría un superávit en la balanza comercial del sector de entre 4 mil y 4 mil 200 millones de dólares, indicó el titular de la Sagarpa, José Calzada, al presentar hace unos días el Atlas Agroalimentario 2016.
Pobreza alimentaria
Sin embargo, José Narro Céspedes, dirigente de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA), consideró que el sector agroexportador representa un grupo minoritario de las personas que trabajan y viven en el campo, a la vez que 70 por ciento de la población rural (equivalente a 20 millones de personas) sufre de pobreza alimentaria.
Las contradicciones del modelo hacen que exista un pequeño grupo de productores con gran capacidad de exportación, al mismo tiempo que de los 31 mil ejidos que hay en el país, 13 mil se han quedado prácticamente sin jóvenes debido a que emigran por falta de opciones de desarrollo, añadió.
‘‘Es equivocado echar las campanas al vuelo, porque ellos compran en dólares, pero también venden en dólares; los demás compramos los insumos de producción en dólares, pero vendemos en devaluados pesos’’, manifestó.
Por su parte, Federico Ovalle, líder de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos, enfatizó que el abandono del gobierno a los pequeños y medianos productores ha hecho que al menos 45 por ciento de los alimentos que se consumen en el país provenga del extranjero.
‘‘Eso se traduce en un desembolso de unos 30 mil millones de dólares al año. Además, los insumos para la producción, como maquinaria, fertilizante y equipo, también los compramos en dólares’’, recordó.