No son humanos, pero han cobrado vida. Tampoco son personas, aunque sí tienen alma y mucha empatía. Han jugado a ser estrellas de rock, pese a que no son un grupo musical.

Su fama los llevó ya al Festival de Viña del Mar (2013), a varias ediciones de Lollapalooza en Chile, y ahora los trae a México por tercer año consecutivo, a donde les encanta venir por el chipotle y porque el público se sabe todas sus canciones y las corea el doble que en otros países.

Ahora muestran su faceta más roquera y humorística y arrancan una gira internacional con su producción en vivo más grande y desafiante: el Tremendo Tulio Tour, que se presenta en el teatro Metropólitan del 17 al 20 de noviembre, y cuyas primeras dos fechas se agotaron desde días antes.

Sus venas están hechas de remaches; sus entrañas, de borla; están articulados con hilo y botones... Se trata de los títeres que conducen el falso y mordaz noticiario infantil 31 Minutos, uno de los programas de la televisión chilena que ha tenido mayor alcance, y ha estimulado la imaginación y el espíritu crítico de niños, chavorrucos y adultos desde 2003, con más de 70 episodios en cuatro temporadas de tv, tres discos y la película más cara producida en Chile.

Sin miedo a la censura

Los periodistas chilenos Pedro Peirano y Álvaro Díaz, creadores del noticiario más veraz de la televisión, como ellos lo llaman, aprovecharon la moda de los tributos para burlarse un poquito de ellos y diseñar un espectáculo en el que la marioneta del personaje Tulio Triviño Tufiño (el ególatra conductor de la emisión de 31 Minutos), se organiza un homenaje forzado para salir de una depresión y recuperar el entusiasmo perdido; intenta que parezca preparado por otro, para que al final todo salga de cabeza. Las situaciones que vive Tulio buscan motivar la reflexión en torno de la fama, el éxito y el dinero… que en realidad no bastan…

Después de que Chile vivió la dictadura, al periodista Triviño no le preocupa tanto la censura hoy en América Latina, ni siquiera con la llegada de Donald Trump al poder. Yo uso Twitter, Facebook, Instagram, Viper y hasta fax. Mando muchas cosas por todos lados, bromeó ayer en una original conferencia de prensa previa al estreno del Tremendo Tulio Tour.

Junto con Patana, su sobrina, Juan Carlos Bodoque y Guaripolo, el conductor ensalzó el show en el teatro capitalino como algo distinto a lo que ya han visto antes, que no tiene nada que ver con el anterior y que está centrado en su autohomenaje. También manifestó su entusiasmo por estar nuevamente en México, donde la gente me adora.

Por su parte, Juan Carlos Bodoque confesó que le gustaría hacer unas notas verdes sobre las ruinas mayas, la contaminación en Sonora, y otros peligros que ha notado para el medio ambiente en México, país del que se confesó un poco enamorado y cuya tradición cultural ha influenciado bastante a la serie chilena.

La función presentada en el Metropólitan discurre a manera de sketch y en los intermedios lleva a un jubiloso público a tararear las canciones más conocidas del programa (como Mi muñeca me habló, Mundo interior o Bailan sin cesar), al igual que nuevas tonadas diseñadas específicamente para el show en vivo. Todo, con músicos de primera calidad (guitarras, piano, batería, cantantes), ya que los productores buscan que los niños vivan su primer concierto con la puesta en escena.

Un futuro negro

El futuro se ve bastante negro, lamentaron las marionetas que tanto han hecho reír durante su carrera, el día del estreno de su nuevo espectáculo en la capital mexicana. Pero para eso estamos nosotros, para darles alguna esperanza…

La lúdica emisión chilena 31 Minutos se inició hace más de una década con el ingenio de Peirano y Díaz. Es un programa que se inició con pocos recursos y más bien nació del talento, contaron ambos a La Jornada hace unos años (31 Minutos es producto del talento, no de los recursos, 16/7/08). Quisimos hacer algo que nos hubiera gustado ver de niños, afirmaron entonces quienes se basaron en su recuerdo infantil de shows como El Chavo del 8, Los Muppets y Plaza Sésamo.

En México se transmitió primero por televisión de paga, pero tuvo tal empuje que Canal 11 comenzó a emitirlo, con lo que creció cada vez más el número de fans de los mordaces títeres en el país.