Viernes 18 de noviembre de 2016, p. 32
Bagdad.
Una fosa común descubierta hace diez días por el ejército iraquí cerca de Mosul, en el norte de Irak, contiene probablemente los cadáveres decapitados de al menos 300 ex policías locales ejecutados por el Estado Islámico (EI), informó Human Rights Watch.
Según testigos citados por la organización, los cuerpos encontrados corresponden a ex policías que habían sido capturados por los yihadistas a finales de octubre. Mientras, el ejército iraquí, que participa en la ofensiva liderada por Estados Unidos para recuperar la ciudad de Mosul, ocupada por el EI desde junio de 2014, no confirmó que los cuerpos fueran de ex policías.
En tanto, al menos 30 personas murieron y 45 resultaron heridas en un ataque suicida perpetrado durante una boda en la ciudad céntrica de Faluya, informaron fuentes de seguridad. El atentado ocurrió cuando el agresor detonó su chaleco explosivo entre los asistentes al festejo, el número de víctimas podría aumentar. Hasta el cierre de esta edición, ningún grupo se ha adjudicado el ataque.