Santiago.

Con una violenta protesta de un millar de indignados activistas, finalizó este jueves el paro de una gran parte de los empleados públicos, que duró tres semanas. La manifestación tuvo lugar en la Plaza de la Ciudadanía, frente al Palacio de La Moneda lo que obligó el cierre de las puertas de la sede de gobierno. El cuerpo de carabineros uso carros lanza aguas para dispersar a los manifestantes.

Durante la mañana de este jueves, la llamada Mesa del Sector Público anunció el fin de la huelga luego de que anoche se aprobó aprobado el reajuste salarial del 3.2 por ciento a los trabajadores del Estado por ambas cámaras del Congreso y que los sindicatos consideran insuficiente.

La policía antimotines improvisó un escudo frente al palacio de gobierno de La Moneda: dispuso dos autobuses cerca de las grandes y pesadas puertas de su cara norte para evitar que miles de trabajadores ingresaran al edificio y mostraran su inconformidad ante el incremento salarial aprobado la noche anterior.

Adentro estaba la presidenta Michelle Bachelet con su ministro de Interior, Mario Fernández. Afuera, miles de empleados públicos forcejeaban con la policía.En el sector de la Salud hubo miles de pacientes afectados por la suspensión de las atenciones postergadas y en las ciudades, las miles de toneladas de basura acumulada en las calles.

Mahmud Aleuy, subsecretario del Interior, señaló que llegaron a congregarse unos 6.000 manifestantes en torno al palacio y destacó que todas las personas tienen el derecho a manifestarse pacíficamente.

Se esperaba que la aprobación del aumento salarial, que ocurrió la noche del miércoles, pusiera fin a una huelga de tres semanas, pero aún se mantiene el descontento entre los empleados. En principio ellos demandaron un aumento de 7.5 por ciento y luego bajaron su petición a 4 por ciento. El gobierno, por su parte, ofreció 2.9 por ciento.