Los centros educativos indígenas, con los niveles más altos de sanción, señala
Lunes 21 de noviembre de 2016, p. 41
En México se estima que al menos 8 por ciento de alumnos de primaria han sufrido algún castigo en la escuela, que consiste en no permitirles tomar agua ni ir al sanitario o dejarlos encerrados, pese a que el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) alertó sobre los efectos de la violencia contra niños y adolescentes, ya que puede generar daños irreversibles en su salud y pleno desarrollo.
La encuesta de Evaluación de Condiciones Básicas para la Enseñanza y el Aprendizaje (ECEA) en primaria, elaborada por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, revela que de 8 a 17 por ciento de estudiantes de cuarto a sexto grados consideran que en su escuela han recibido trato que vulnera sus derechos.
Además, se detectó que a 17 por ciento de los menores se les ha impedido entrar a la escuela por llegar tarde, no traer el uniforme o llevarlo incompleto y por su arreglo personal, mientras a 11.6 por ciento algún maestro les ha dado un pellizco, coscorrón, jalón de orejas, nalgada u otro golpe.
En su informe 2014 sobre la violencia contra la infancia, Unicef señala que cada día al menos mil millones de niños son sometidos a algún castigo físico por quienes los cuidan. Destaca que la forma más común de sanción contra niños y adolescentes, pero también la más invisibilizada, es la aplicación de medidas disciplinarias violentas.
La pena corporal, agrega, es toda aquella que busca causar cierto grado de dolor o malestar, por ligero que sea, lo que incluye patear, pellizcar, azotar, sacudir o lanzar a los menores, así como golpearlos o forzarlos a ingerir algo. La violencia sicológica implica la agresión verbal, amenazas, intimidación, denigración, ridiculización, humillación y manipulación.
Según el reporte de ECEA, cuya versión definitiva se dio a conocer en febrero pasado, en México al menos 5 por ciento de los alumnos de primaria (356 mil 150) han sido regañados o castigados por hablar una lengua indígena en la escuela.
Los planteles con el promedio más alto de sanción son los indígenas multigrado, con 15.8 por ciento de alumnos; les siguen los centros indígenas no multigrado y las primarias comunitarias.
En cuanto al trato que existe entre los alumnos, 85 por ciento reportaron que existe alto o muy alto clima de respeto, confianza y seguridad entre compañeros, en el que destacan las primarias multigrado, donde casi 90 por ciento de estudiantes consideran que hay buena relación.