Chicago.

Juanito no abre la puerta, reza un letrero pegado dentro de hogares de migrantes, a fin de evitar que la policía obtenga permiso explícito para pasar, registrar o arrestar a sus habitantes, porque aunque no sean parte de una investigación, pueden ser detenidos.

El cartel es sólo parte de los muchos consejos para vivir como migrante sin papeles y de la asesoría legal que proporciona la asociación Arise Chicago a mexicanos y personas de cualquier otra nacionalidad que deciden acercarse, salir de debajo de la cama, organizarse y defenderse.

Jorge Mujica, organizador de campañas laborales de esta agrupación nacida hace 25 años, asegura que la movilización entre migrantes es indispensable, porque los consulados son supermercados de documentos y organizadores de oriundos para asegurar recursos para los programas 3x1 de la Secretaría de Desarrollo Social, porque si los migrantes no se ponen con su lana, no se hacen las obras fuera de las grandes ciudades.

Arise, fundada por líderes religiosos de varias nacionalidades, trabaja con migrantes que necesitan asesoría; desde los más vulnerables, que son los recién llegados, hasta los más organizados, dijo Mujica en el restaurante La Esperanza, ganador del mejor Mole de Mayo 2016 en Pilsen, colonia mexicana que recibe a los visitantes con la escultura de un águila, que bien puede ser la imperial o la republicana, pero al fin y al cabo es un símbolo.

Pilsen es una de muchas comunidades de migrantes mexicanos con y sin papeles. Hace muchos años, recuerda Mujica, de recién llegado te instalabas en Pielsen. Después, cuando progresabas, te mudabas a La Villita, que era como un símbolo de mejor estatus. Ahora ya no, las cosas ya son más parejas, explicó.

Con un totopo en la mano con salsa verde que sí sabe a México, el organizador explicó que además del letrero de Juanito dentro de la vivienda, fuera hay otro que dice: En esta casa conocemos nuestros derechos y no abrimos a la policía si no traen orden de cateo u orden de arresto. Esto es sólo parte de la asesoría que reciben los migrantes, porque si bien Chicago es una ciudad santuario en la que se prohíbe a los agentes detener a alguien por su apariencia o para conocer su situación migratoria, también es verdad que si el departamento de migración lo solicita de forma expresa, la policía local debe acompañar a esos agentes.

Pareciera algo obvio, pero no. Ignorar esas disposiciones motivó que hace algunos años fueran detenidas muchas niñeras cuando la policía hizo operativos en busca de otras personas. Cuando agentes de Chicago y migración hacen una investigación y se les abre la puerta de un domicilio, la ley los faculta a indagar y aprehender a todos los que se encuentren ahí, aunque sean ajenos al procedimiento. Eso pasó con esas mujeres.

Jorge Mujica, organizador de campañas laborales de la organización Arise ChicagoFoto Miriam Posada

Tareas básicas

Los migrantes tienen tres tareas básicas. La primera es memorizar el número telefónico de un familiar que apoye en caso de ser detenidos, así como el de un abogado, y dar aviso de inmediato. La segunda es poner una mirilla en la puerta para no abrir y un buzón para que por ahí la policía les muestre los documentos. La tercera, ahorrar de 300 a 500 dólares, que de algo les servirán si son capturados.

Mujica criticó la lejanía que existe entre el consulado y los migrantes mexicanos, pero es peor, dijo, la distancia que hay entre la realidad de esta comunidad y lo que se dispone en la avenida Juárez de la Ciudad de México.

Señaló que los migrantes tienen varias formas de identificación, que puede ser el pasaporte, la credencial de elector, la licencia para conducir que les otorga Chicago a pesar de ser indocumentados y la matrícula consular, para la que se deben cubrir dos requisitos: mucha suerte y 28 dólares.

Explicó que para que algunas personas mayores obtengan esa matrícula deben presentar su acta de nacimiento, pero si no la tienen, deben llevar la del hermano mayor: “Hermano con o; si es hermana mayor, no sirve. Y en todo caso, la fe de bautismo”.

Refirió que un señor de 65 años quiso tramitar el documento consular, pero no tenía acta de nacimiento porque la oficina del Registro Civil de su pueblo se quemó. Fue a México y le dieron un acta en blanco, pero al reverso tenía la explicación. El gobierno de Estados Unidos la consideró válida para naturalizarlo, pero no el consulado mexicano. De nuevo fue a México y volvió con su acta muy feliz, pero tampoco se la aceptaron porque era extemporánea. Esas son las políticas para migrantes, señaló.

Mujica aseveró que personal de la Secretaría de Relaciones Exteriores se acerca muy poco a esta comunidad, porque les mentamos la madre cada vez que vienen. Reconoció que el consulado escuchó la petición de poner una oficina móvil, y que a diferencia de otros lugares tienen un cónsul para cuestiones laborales.

Ahora, señaló, Arise y otras agrupaciones están concentrados en organizarse para darse apoyo mutuo, porque en Chicago hay mucha incertidumbre, pero las cosas no se van a poner tan feas como se prevé en otros estados del país.