En Gobernación tampoco se contempla abrir la frontera sur
Aceptan la posibilidad de otorgar refugio a los haitianos varados
Jueves 24 de noviembre de 2016, p. 10
Como medida de prevención ante el peor escenario
en la relación con Estados Unidos, el gobierno mexicano alista un plan de dignidad para no dar ningún paso atrás
en los convenios vigentes en materia de deportación.
El subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Humberto Roque Villanueva, precisó que el plan, ante la perspectiva de más rudeza del gobierno de Trump, no significa abrir la frontera sur de México en caso de no alcanzar acuerdos con quien en enero próximo será presidente del vecino país del norte.
Esa es una idea que han sugerido algunos; lo que sostuve es que la Ley de Migración no nos permite dar ese paso, porque debemos controlar y dar seguridad tanto a los centroamericanos como a los mexicanos y, en ese sentido, no podemos transformar una política caprichosamente porque queramos hacer un daño al señor Trump
, dijo.
Durante su participación en una mesa de análisis convocada por la Universidad Panamericana, el funcionario mencionó tres aspectos de la política mexicana de cara a la circunstancia de cambio de gobierno en Estados Unidos.
A escala doméstica, Roque Villanueva destacó la urgencia de solucionar la situación de unos 4 mil 500 haitianos todavía varados en la frontera norte mexicana.
Si Estados Unidos no acepta su solicitud de asilo, se prevé incluso que nuestro país pueda otorgarles protección a través de la figura de refugio.
En segundo término, asumir una postura, con dignidad, para que no se echen atrás los convenios actuales en materia de repatriación. En tercer lugar propuso alentar la unidad nacional en torno al Presidente de la República.
Igualmente reiteró que actualmente hay 27 mil mexicanos en cárceles federales, quienes serían deportados, y no los dos o tres millones que mencionó en su discurso el magnate republicano.
El representante en México de ese partido, Larry Rubin, se refirió a la existencia de 800 mil migrantes con registros criminales.
Ambos, Rubin y Roque, recordaron que en la administración Obama hubo récord de deportados mexicanos, 2.8 millones, durante ocho años, de ahí que el planteamiento de Trump, en caso extremo, no iría más allá de ese nivel.
En la mesa participaron los senadores del PRD Zoe Robledo y Armando Ríos Piter; este último aseveró que ante el factor Trump es necesario crecer como país, dejar de ser una nación adolescente, expresó, en un contexto en que el republicano nos agarra como piñata y aquí se le recibe como jefe de Estado
.