El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) exhortó ayer al Estado y a la sociedad a conformar una estrategia nacional contra la segregación de migrantes mexicanos y repatriados. Ante el triunfo electoral de Donald Trump, esa institución se prepara para evitar las consecuencias catastróficas de la intolerancia.

Al entregar los Reconocimientos por la igualdad y la no discriminación, la presidenta del consejo, Alexandra Haas Paciuc, afirmó que el clima de hostilidad y los discursos de odio en Estados Unidos han provocado agresiones a los migrantes. Lamentó que quienes deberían ser el ejemplo del respeto a los derechos han normalizado esas acciones.

Al Conapred le preocupa esa situación, apuntó; por ello convocó a mantenerse alerta y unidos para contrarrestar las incitaciones al odio que pueden legitimar actos de violencia. Los migrantes en Estados Unidos han atestiguado la materialización de un discurso xenofóbico: agresiones verbales o físicas, añadió.

La premiación se llevó a cabo en el Museo Franz Mayer. Fueron reconocidos el rector de la Universidad Iberoamericana, David Fernández Dávalos; el centro educativo wixárika Tatuutsi Maxakwaxi; la feminista indígena Mirna Cunninhgam y, de manera póstuma, César Chávez, defensor de los derechos de trabajadores agrícolas migrantes en Estados Unidos.

Con diferentes matices, más de uno mencionó en sus discursos la inquietud por lo que viene, siempre en referencia a las amenazas de Donald Trump de deportar a miles de mexicanos.

Es incierto predecir la configuración del panorama venidero, dijo Haas, pero no podemos bajar la guardia, porque la historia ha demostrado la velocidad con que puede esparcirse la intolerancia.

En la Fundación César Chávez y la Unión de Campesinos en Estados Unidos estamos dispuestos y listos para seguir con la lucha de conseguir una vida más justa y llena de oportunidades para nuestros hijos, señaló Paul Chávez, al recibir el reconocimiento a nombre de su padre fallecido hace 24 años.

También en el Centro Educativo Tatuutsi Maxakwaxi continuará la lucha por conservar nuestra cultura, sostuvo el profesor Carlos Salvador Díaz.

El maestro fundó hace más de 20 años esa secundaria en una comunidad alejada de la civilización, en la que se imparten clases del programa oficial con énfasis en su cultura wixárika.

El rector de la Ibero, David Fernández Dávalos, fue reconocido por su trayectoria como defensor de los derechos humanos. Hoy más que nunca, cuando la discriminación y el rechazo a lo diverso se exalta, se hace imperativo afianzar la dignidad humana por encima de cualquier consideración, apuntó.

Roberto Campa Cifrián, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, también estuvo presente y reconoció la labor de activistas y académicos por su vocación y compromiso.