Considerada una enfermedad silenciosa, pues sólo genera síntomas en su etapa avanzada, la enfermedad renal crónica (ERC) afecta en promedio a más de 10 millones de mexicanos. Cada año se diagnostican 40 mil nuevos casos y se estima que produce 80 mil defunciones anuales, alertaron organizaciones de pacientes, quienes demandaron al gobierno federal crear una política pública de prevención y atención a este padecimiento.

Al inaugurar el segundo Congreso Nacional de Organizaciones Renales, Omar Ruiz, director ejecutivo de la Federación Mexicana de Enfermos y Trasplantados Renales (Femetre), señaló que en nuestro país sólo se cuenta con poco más de mil nefrólogos –expertos en la atención de padecimientos del riñón– pese a que se estima que al menos 165 mil pacientes ya se encuentran en los estados más avanzados de la ERC y que el ritmo de crecimiento anual de casos alcanza 12 por ciento.

En entrevista con La Jornada, destacó que en entidades como Zacatecas, Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Tabasco, si no hay un nefrólogo no se realiza ningún trasplante, por lo que la esperanza de vida para los pacientes con ERC en esos estados es nulo, pues no se cuenta con expertos para atender los casos en etapas críticas.

Apuntó que en nuestro país la voz de los pacientes con ERC no ha sido escuchada y tenemos mucho que decir. Enfrentamos múltiples desafíos, pues lamentablemente el Seguro Popular no cubre este padecimiento, mas que en pacientes menores de 18 años, y qué pasa con los que tienen más de 19 años y no tienen acceso a la seguridad social. Estimó que el costo promedio de tratamiento para quienes se encuentran en etapas críticas es de 250 mil pesos anuales.

Ruiz indicó que los principales factores de riesgo son la diabetes, el sobrepeso, la obesidad y la carga genética. México ocupa el segundo lugar en muertes a causa de la ERC, ya que enfrenta una emergencia sanitaria por una de sus principales causas: la diabetes.

Actualmente, explicó, al menos 12 mil pacientes de ERC esperan a un donador fallecido, a los que se deben sumar quienes esperan un órgano de un otorgante vivo, pues en nuestro país 70 por ciento de los transplantes de riñón son de donadores vivos. Por ello, destacó que desde el año pasado se han integrado a la federación 28 organizaciones de pacientes que buscan visibilizar esta enfermedad silenciosa, asintomática y con elevados costos en su tratamiento.

José Ernesto López, presidente del consejo médico de la asociación ALE, destacó que otro de los desafíos es la concentración de los nefrólogos en las principales zonas urbanas como Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, mientras en el resto del país hay déficit de especialistas, aunque se trata de una enfermedad que en alto porcentaje se genera a partir de factores de riesgo como la diabetes, el sobrepeso y la obesidad.