Si el gobierno de Estados Unidos impide las exportaciones de azúcar mexicana a su mercado, la posición de los productores de nuestro país es que tiene que haber firmeza total y detenerse la entrada de la fructosa, manifestó el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Azucarera y Alcoholera, Juan Cortina Gallardo.

En conferencia de prensa, indicó que luego de que surgieron la demandas antidumping contra ese sector mexicano –las cuales tenían como propósito proteger a los productores estadunidense–, los industriales de ambos países se sentaron a discutir sobre un acuerdo, y éste tiene que estar listo para el primero de mayo, fecha en que vencerá el tiempo de revisión de convenios pactados.

Para esa fecha ya deberá estar terminado el convenio en materia azucarera, pero se ve difícil por los procesos de revisión que está llevando a cabo el Departamento de Comercio estadunidense.

Cortina Gallardo expuso que esperan llegar a un convenio, y en el remoto caso de que no sea así, quien perderá todo será Estados Unidos, porque si cierra las puertas al azúcar mexicana de todos modos la tendrá que importar de terceros países. Su producción no les alcanza. Además, allá se prefiere el producto de la caña, porque no proviene de organismos genéticamente modificados, como la fructosa, que viene del maíz.

Expresó que el espíritu del Tratado de Libre Comercio de América del Norte era que el mercado de edulcorantes quedara totalmente libre entre los dos países y México sigue observando ese principio, pero Estados Unidos, “en el renglón del azúcar, nos ha atado de manos en cuanto a montos y calidades, por lo que si no nos va a dejar mandar el azúcar a su mercado, evidentemente se tendrá que detener la entrada de fructuosa al país, la cual, por ciento, no la pueden vender en otras naciones.

Estábamos preocupados la semana pasada porque la industria estadunidense había pedido la desaparición de los acuerdos, que se eliminaran, y luego de la reunión entre los secretarios de Comercio de aquel país, Wilbur Ross, y de Economía, de México, Ildefonso Guajardo, se pudo detener eso, expuso.