Miércoles 15 de marzo de 2017, p. 32
Nueva York.
La tormenta Stella azotó este martes con ráfagas de viento gélido, nieve y granizo el noreste de Estados Unidos, las escuelas cerraron y miles de vuelos fueron cancelados, pero Nueva York y Washington escaparon de lo peor.
La ciudad de Nueva York recibió una nevada inferior a lo previsto, aunque quedó semiparalizada a apenas una semana del inicio de la primavera, con 18 centímetros de nieve en Central Park, ráfagas de viento de hasta 80 kilómetros por hora y mucho granizo. Se anticipaban de 30 a 60 centímetros de nieve.
El Servicio Nacional Meteorológico (SNM) degradó el alerta de tormenta para gran parte de Nueva York, la mayor ciudad del país con 8.4 millones de personas, a una "advertencia de clima invernal". Pero la mantuvo para partes de Connecticut, Massachusetts y el norte del estado de Nueva York.
En Nueva Jersey y Connecticut la nieve llegó a hasta 33 centímetros.
La tormenta cambió su trayectoria hacia el oeste y al norte, y dejó caer hasta 76 centímetros en el centro y el norte del estado de Nueva York, bastante más de lo previsto. Los fuertes vientos redujeron la visibilidad a casi cero: todo parecía envuelto en una nube blanca.
"Lo peor de la tormenta ha pasado", dijo el alcalde Bill de Blasio. "Pero hace frío y está ventoso, urgimos a los neoyorquinos a evitar las calles para que podamos limpiarlas".
Este miércoles, las escuelas reabrirán y el transporte público, que este martes funcionó de manera limitada, regresará a la normalidad.
No obstante, caminar o conducir por la ciudad será peligroso por un par de días. La temperatura, actualmente de -1ºC, descendió la noche de este martes y congeló la nieve, convirtiendo las veredas y las calles en pistas resbaladizas.
Ejércitos de porteros paleaban esta tarde las veredas, y cientos de camiones barrían la nieve por las calles de Manhattan, mientras muchos niños aprovecharon el día sin clases para hacer muñecos de nieve, iglús y tirarse por pequeñas elevaciones con sus trineos de plástico colorido.
Las escuelas, los tribunales, la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la mayoría de los museos y comercios cerraron sus puertas, y la mayoría de los vuelos de los aeropuertos de La Guardia, Newark y John F. Kennedy fueron anulados. Los trenes hacia el norte del estado de Nueva York, Boston y Connecticut también fueron cancelados.
Aeropuertos casi paralizados
Más de 8 mil 700 vuelos fueron cancelados entre lunes y miércoles. Los aeropuertos más afectados fueron los de Nueva York, Boston, Baltimore, Washington y Filadelfia, según el sitio de rastreo FlightAware.
La tormenta obligó a aplazar al viernes un encuentro en Washington entre el presidente Donald Trump y la canciller alemana Angela Merkel, previsto inicialmente para este martes.
"La Madre Naturaleza es a veces una dama impredecible", dijo el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, luego de que meteorólogos admitieran que ya no sería la peor tormenta del año, al final de un invierno inusualmente cálido.
"Ha habido menos nieve de lo que preveíamos, menos perturbaciones", dijo Cuomo.
Tampoco hubo muchos daños en la vecina Nueva Jersey.
"La tormenta ha tenido un desempeño menor al esperado", dijo el gobernador Chris Christie.
El 23 de enero de 2016, un récord de 69.34 centímetros de nieve cayeron en Central Park en una tormenta bautizada Snowzilla que paralizó parte del noreste y dejó 18 muertos.