Ciudad del Carmen, Camp.

El 79 aniversario de la expropiación petrolera dio pie a anuncios optimistas en el sector petrolero. En esta ciudad, el gobierno federal entregó al gobernador Alejandro Moreno Cárdenas el título de concesión para levantar el nuevo Puente de la Unidad, demanda que no se había cumplido desde el sexenio pasado.

El gobernante también expuso que su estado ahora se ha convertido en el principal productor de hidrocarburos en México y tiene en su haber el menor índice de violencia en el país. En medio de la coyuntura llamó a trabajar en conjunto por el país.

Todos los que estamos aquí debemos hablar bien de nuestro país, de presumir nuestros recursos naturales, de presumir nuestra riqueza turística, de presumir a nuestra gente, de hablar bien de nuestra identidad. Hoy, nadie nos va a regalar nada, nadie va a hacer por nosotros lo que nos toca hacer. Siempre he dicho que para lograr lo que nunca hemos tenido, tenemos que hacer lo que nunca hemos hecho.

En reciprocidad a Alejandro Moreno Cárdenas, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, entregó el titulo de concesión federal para el nuevo Puente de la Unidad, que permitirá obtener los recursos necesarios para su construcción y para mantenerlo y conservarlo por los próximos 30 años.

La obra, expuso el funcionario, no solamente será una moderna vía de altas especificaciones, será un símbolo de vigorosa unidad con la que los mexicanos estamos transformando a México: El nuevo puente refuerza, sin duda, la unión de dos entidades hermanas, Tabasco y Campeche, y que comunica de manera más eficiente a todo el sureste mexicano.

Después el líder vitalicio del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps –quien ocupa ese cargo desde 1996, tras ser impulsado en el gobierno del ex presidente Carlos Salinas de Gortari–, reconoció la relevancia de la reforma energética: desde la infinita soberbia o la ignorancia de la historia, puede creerse que el desarrollo de un país o de una sociedad puede ser lineal y permanente, como si el simple voluntarismo fuese suficiente para ello y, tozudamente, concluir en la sentencia de: si la realidad me contradice, peor para la realidad.

Y fue el director general de Pemex, José Antonio González Anaya, quien optimista vaticinó mejores tiempos para la empresa. Pemex está saliendo adelante y tiene futuro. No ha sido un año fácil. Los sacrificios han sido grandes, las jornadas largas y los esfuerzos formidables.

El funcionario recordó que el año pasado se recortaron más de 100 mil millones de pesos a la empresa, lo que representó casi el 20 por ciento de su presupuesto total.

Se recortaron gastos innecesarios, se renegociaron contratos, se priorizaron y replantearon inversiones. Este esfuerzo, hoy, está rindiendo frutos. Pemex tiene finanzas estables; mejorables, pero estables. Instituciones internacionales, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), felicitaron a Pemex por sus mejoras en transparencia y en competencia en sus procesos de compra. Los mercados internacionales también reconocen el avance.