Senadores de PRD y PT advirtieron que dos años y medio después de la reforma energética quedó demostrado que el gobierno federal mintió tanto en las promesas como en la propaganda que desplegó para lograr la privatización de los hidrocarburos, ya que Petróleos Mexicanos está desmantelado y los precios de la gasolina, gas y electricidad se incrementaron.

En el aniversario de la expropiación petrolera, los legisladores Dolores Padierna y Manuel Bartlett coincidieron en que debe revertirse laa reforma energética y devolver el petróleo a la nación.

Se ha terminado por saquear a Pemex para entregárselo a los mismos intereses y poderes hegemónicos que fueron derrotados hace 80 años por el general Lázaro Cárdenas, advirtió la senadora Padierna.

En entrevista aparte, el coordinador del PT, Manuel Bartlett, advirtió que quienes impulsaron y aprobaron la reforma constitucional y las leyes secundarias que privatizaron Pemex deben ser juzgados por traición a la patria, ya que cedieron a los intereses de Estados Unidos en un esquema de integración continental que pone en riego la soberanía nacional.

El político poblano recalcó que se llevó a Pemex a la ruina, dentro de un esquema diseñado desde Washington para beneficiar intereses económicos y geopolíticos extranjeros.

Por separado, al encabezar un acto público para conmemorar la expropiación petrolera, Padierna insistió en que los resultados de la reforma energética son exactamente inversos a sus promesas y a su propaganda. De entrada, dijo, ofrecieron que bajarían los precios de la gasolina, el gas y la luz y resultó todo lo contrario.

Resaltó que el gasolinazo es la muestra más palpable de a dónde querían llevar esta estrategia: a que seamos los propios consumidores mexicanos quienes subsidiemos las ganancias de los importadores de combustibles y de los grupos gasolineros regionales beneficiados con el alza de un recurso energético fundamental.

Insistió en que las mentiras de la reforma energética de Peña Nieto están a la vista: disminución de las reservas de 37 mil 404 millones de barriles de petróleo crudo en 2014 a 26 mil 140 millones de barriles en 2016. Una disminución de 30 por ciento en tan sólo dos años. El Ejecutivo federal prometió incrementar la producción de petróleo para llegar a los 3 millones de barriles diarios en 2018, pero lo que se logró fue que disminuyera de de 2.5 a 2.1 millones de barriles de petróleo diarios en 2016 y se prevé una baja adicional a 1.9 millones en 2017.

La mentira más grande, agregó, fue modernizar y fortalecer a Pemex, porque está en franco declive por el desmantelamiento a la que la sometieron. En 2016 registró pérdidas por 296 mil millones de pesos, sin olvidar la enorme deuda financiera que llegó a 2 billones de pesos en 2016, a los que hay que agregar 1.2 billones de pesos de pasivo laboral.