El Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFT) será el primero en el país en producir contenidos en realidad virtual.

Tres directores fueron elegidos para realizar igual número de historias con ese formato: Roberto Fiesco, Carlos Hagerman y Juan Carlos Rulfo, quienes forman parte del proyecto Ópera Orbis.

Oniria, empresa creadora de contenido, diseño de hardware y desarrollo de softwares del área virtual estará a cargo de la producción y posproducción. La firma también tiene experiencia en la elaboración de video 360.

Estas cintas se presentarán dentro de la programación de la vigésima edición del festival, que se llevará a cabo del 21 al 30 de julio en las ciudades de San Miguel de Allende y Guanajuato capital.

El GIFT ha sido consciente de la importancia de las nuevas tecnologías. Por ejemplo, fue pionero en aceptar el formato digital en competencia. En 2016, se adelantó en tener una sala de exhibición de realidad virtual, en la que los asistentes pudieron vivir la experiencia con dos estrenos en el formato: Tomorrow y Humans After Death.

Luego de cuatro años de intensos talleres y pruebas en el mencionado formato, este año decidimos entrar de lleno e invitamos a estos tres cineastas a enfrentar el reto. Qué mejor que el 20 aniversario del GIFT para estrenar sus trabajos, comentó la directora del encuentro, Sara Hoch.

Novedoso y desconocido

Juan Carlos Rulfo aseguró que no sabía a qué estaba diciendo que sí. Pero después me di cuenta de que poder contar historias en otro formato era algo fascinante, como un juguete nuevo, y yo hace muchos años que no me sentía de esa manera. Su proyecto tiene que ver con el juego infantil de las escondidas.

Carlos Hagerman dijo que estaba a punto de comenzar un proyecto en el Nevado de Toluca. Sara me sugirió que ese fuera y lo hicimos; llevamos la cámara 360 y así se inició esta aventura, aseveró.

Roberto Fiesco comentó que para él hacer por vez primera cine en realidad virtual fue como un salto al vacío: La idea que tuve fue hacer un cortometraje que habla de héroes mitológicos, llevados a los años 50, algo que habla de masculinidad, y todo esto ocurre en un gimnasio en la ciudad de Silao, Guanajuato, donde se hace una competencia de fisicoculturismo y nos lleva a una reflexión sobre el cuerpo humano.