Buenos Aires.

El asesinato de la periodista Miroslava Breach, corresponsal de La Jornada, crimen ocurrido en Chihuahua el pasado jueves, produjo una profunda conmoción en Argentina, a horas de celebrarse la Marcha por la Memoria, la Verdad y la Justicia con la que el 24 de marzo de cada año se recuerda el golpe militar que instaló la dictadura más cruenta en la historia del país, la cual dejó 30 mil desaparecidos, entre otra larga lista de crímenes de lesa humanidad.

El crimen brutal contra esta valiente periodista, a escasos días de otros asesinatos de colegas en este mismo mes de marzo, parecieron colmar una gota, atravesar un límite, algo similar a lo ocurrido con la masacre y desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, detrás de lo cual aparece la verdadera tragedia que se vive en México.

Esta es la sensación que se expresó en el hecho de que más de cien organizaciones humanitarias, de periodistas, escritores, cineastas y de movimientos sociales hicieron llegar su mensaje de solidaridad hasta esta corresponsalía en Buenos Aires.

‘‘Nunca más’’

En algunos mensajes se pedía ‘‘nunca más’’ para los crímenes en México, al señalar que estos casos han puesto una verdad negada ante el mundo sobre las cifras de más de 150 mil o 200 mil muertos que se registran desde 2006, cuando comenzó una acción despiadada ‘‘con el falso argumento de una guerra contra el narcotráfico’’.

También se exige justicia ‘‘ya’’, ante las más de 30 mil desapariciones forzadas en ese país, que figuran en la lista de organismos humanitarios aquí y a medida que se van abriendo fosas comunes con centenares de cadáveres en distintos lugares del territorio mexicano.

Los mensajes forman un extendido abrazo solidario a la familia de Miroslava Breach, a sus compañeros de trabajo, de la cantidad de periodistas asesinados en México y de todas las víctimas que hasta ahora no han tenido una respuesta de la justicia.

Un grupo de periodistas de radios comunitarias del interior de Argentina señala en su mensaje que Miroslava ‘‘pasa a ser otro símbolo, otro ejemplo de que jamás debemos perder la capacidad de indignarnos frente a la injusticia y a sostener la verdad, en tiempos en que los poderes hegemónicos usan la desinformación y la mentira como armas de guerra’’, y por eso ‘‘nos comprometemos ante tus hijos y tus compañeros a seguir tu ejemplo y luchar por la verdad y por terminar con la impunidad’’.