Aunque ni la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) ni las responsables de las estancias infantiles reconocen que los cambios en las reglas de operación del programa se deben a los hechos de la guardería ABC en Hermosillo, de junio de 2010 (donde 49 niños murieron a causa de un incendio), lo cierto es que a partir de entonces se modificó el esquema, que al principio permitía que un centro operara en instalaciones que podían ser viviendas con espacio de metro y medio por niño y donde cuidaban de cinco menores en adelante. Hace siete años sólo se consideraban los temas de supervisión y cuidado, no había educación inicial, instalaciones adecuadas y seguras –sin definir en qué consistía esto– y las responsables debían cubrir una escolaridad mínima de secundaria. El gobierno de Felipe Calderón no tomaba en cuenta la normatividad nacional e internacional vigente. Ahora es un planteamiento más completo de atención a la infancia que debe cumplir con esas regulaciones.