La pintura es una disciplina que Alex Lazard (CDMX, 1986) defiende a capa y espada.

Este joven pintor gusta de “tocar temas nacionales con la plástica –un cuadro de cactos, por ejemplo–, porque me da un poco de pena y hasta de susto que se pierda la pintura en estos días. Cuando voy a exposiciones de arte contemporáneo veo uno o dos cuadros y lo demás son piezas conceptuales. Así que eso es algo que quiero procurar mucho en mi carrera de artista”.

Lazard abrió ayer, en el Centro Cultural del México Contemporáneo, la exposición Equilibrio alternativo, que reúne unos 20 cuadros de gran formato, todos de 2017.

El título de la muestra tiene que ver con el hecho de que cada obra tiene un tema distinto, de allí que, explica el pintor en entrevista con La Jornada, es un equilibrio alternativo de cómo percibo la realidad. Represento personajes y animales, sin embargo, mi objetivo es diversificar, estrechar, alargar y deformar las figuras para crear una imagen completamente personal e irrepetible. No quiero hacer algo que tenga fórmula; entonces, cada cuadro tiene su propio peso.

Según Lazard adquirió esa forma de expresarse libremente con el material gracias a los artistas de la generación de la Ruptura, en particular Gilberto Aceves Navarro, con quien estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Gráfica La Esmeralda.

Eso, sin dejar de ser fiel a la plástica y con hincapié siempre en lo que uno siente, o no, a la hora de pintar. Lo equipara con entrar en un estado un poco mágico, porque uno termina un cuadro y difícilmente recuerda cómo lo construyó.

Introducirse en la obra

Alex Lazard comienza siempre a pintar desde cero, pues no utiliza bosquejos. Además, dada la dimensión de sus cuadros, trabaja sobre el suelo. “Tiendo el linóleo –durante mucho tiempo hizo gráfica, por eso no utiliza tela– en el piso, me meto, incluso, a la obra. Es casi como action painting. Literalmente me sumerjo en la obra que trabajo desde adentro hacia afuera”.

Utiliza básicamente óleo, chapopote, acrílico, pigmento suelto natural, polvo de mármol, gesso para endurecer este último y muchas capas de pintura.

El pintor crea un primer plano para tener un paso inicial. Al respecto, explica: Cultivo la figuración, sin embargo, me gusta darle una connotación más espiritual o surrealista, así que construyo mucho con base en recuerdos y lo que me dicta el mismo cuadro. Empiezo a ver imágenes, también borro mucho, así que un mismo cuadro tiene una carga de muchas historias previas.

En los cuadros que pintó para Equilibrio alternativo, Alex Lazard mezcla la gráfica con la pintura. Utiliza grafismo y raya mucho la superficie. Busco mis propias herramientas y medios para expresarme lo más natural que pueda, asegura.

Composición saturada

Si las pinturas de Alex Lazard tienden a recargarse de elementos, eso lo atribuye al ejercicio del grabado, técnica en la que “necesitas llenar mucho tu formato para completar una obra. En la traducción de la gráfica a la pintura, como la trabajo hoy, se nota esta saturación en la composición. Son cuestiones muy personales.

No podría explicar con exactitud por qué lo hago, sino que se siente bien. No dejo un cuadro hasta que esté listo dentro de mí.

¿Qué preocupa al artista a la hora de pintar? “Conseguir expresar estética y emocionalmente lo que quiero, porque en muchas ocasiones no se logra. Hay cuadros que no llegan a la luz, así que es una guerra con uno mismo, con el tiempo de estar encima del oficio.

“Más que preocuparme –añade Alex Lazard– me interesa que se note la intensidad y, vamos, el hecho de ser sincero con el público en cuanto a no querer enmascarar algo para que se vea bonito ni disminuir algo para que sea confortante.

Pienso que soy un artista que entrega todo, así que quiero dar al público mi honestidad.

La exposición Equilibrio alternativo se puede visitar en el Centro Cultural del México Contemporáneo (Leandro Valle 20, Centro Histórico).