Las lágrimas de Edipo, obra del dramaturgo libanés-canadiense Wajdi Mouawad, adaptada y dirigida por Hugo Arrevillaga, tendrá sólo cuatro funciones en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. La puesta en escena se inscribe en la edición 33 del Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México.

Entreteje tres trágicos destinos: la mítica historia de Edipo, el de los 43 de Ayotzinapa desaparecidos y el asesinato del joven normalista Julio César Mondragón, en el estado de Guerrero.

En esa obra Edipo, ciego y desterrado, durante el último día de su vida, vaga al lado de su hija-hermana Antígona y llegan a un derruido teatro del presente, donde se encuentran con una joven manifestante; ésta relata la muerte de Julio César, quien en la vida real fue un estudiante de 22 años, a quien torturaron y desollaron el rostro, así como las manifestaciones que se desataron por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Indignación, injusticia e impunidad

El dolor, la rabia y la indignación frente a la injusticia, la corrupción y la impunidad son temas de esa obra que alude y plantea un paralelismo entre la Esfinge griega, el demonio de la destrucción y la mala suerte, y la Esfinge contemporánea, encarnada por el poder, la corrupción y la impunidad.

Hay un monstruo que devora todo lo vivo, describe el personaje Corifeo. “Nadie sabe su forma. No sé si tenga forma, pero parece estar hecho con todas las vidas destrozadas por estos tiempos. Su nombre es la corrupción, la injusticia, la violencia.

“Lleva el rostro del odio contra los demás. Nadie sabe qué es exactamente. Nadie lo puede ver con claridad. Pero cuando esta bestia habla todos la padecemos sin entender nada de lo que dice. (…) Esta bestia ha cavado un agujero del que nadie puede salir. Para mantenernos atrapados usa una red infinita hecha de casillas, repletas de números, leyes y sumas de cantidades que se calculan haciendo restas de nuestras vidas. Esa aritmética maligna no permite ninguna oposición y reprime las revueltas con sangre, como esta noche. Nos divide y fragmenta para multiplicar su propio poder.

Cada manglar, cada bosque, cada ser humano de mi país es devorado por ese monstruo, convirtiéndonos al final en un número más, listos para anidar dentro de una nueva casilla. Y así, ese parece estar por todos lados, convirtiéndose en un enigma para todos.

La trama implica, alienta e incita a un diálogo crítico y sensible en torno a la violencia en el país que impacta la vida cotidiana, política y social.

Las lágrimas de Edipo se presenta en cuatro únicas funciones, del 6 al 9 de abril; anoche fue la primera, hoy será a las 20:30 horas, el sábado a las 19 y el domingo a las 18 horas, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro Histórico).