Atenas.

La edición 14 de Documenta, escaparate mundial del arte, que hoy se abre al público en la capital griega, destaca por su carácter político y contestatario, cuyo lema es Aprendiendo de Atenas.

Ciento sesenta artistas y un gran equipo de curadores articularon el programa de ese encuentro, cuyas actividades en Kessel, Alemania, su sede histórica, comenzarán el 10 de junio.

Nadie tiene que decirnos lo que debemos hacer o aprender, desde el momento que nuestra tarea es asumir una actitud de responsabilidad y activismo político frente a la realidad, dijo el director Adam Szymczyk en la inauguración oficial.

Voces de una jungla humana hecha de gritos y ruidos liberatorios de un trabajo extenuante de tres años finalmente expulsados por las gargantas de artistas, curadores y funcionarios que atestiguaron cómo bajo el telón del Megaron (la sala de conciertos de la ciudad), que sorprendieron a la prensa con el performance de Jani Christou (1926-1970), en la apertura oficial de la edición 14 de Documenta, una de las máximas citas del arte contemporáneo mundial (La Jornada, 5/4/17).

La política de hoy se apoya en intereses económicos que demuestran la necesidad de mover energías colectivas y de actuar. Política y economía tienen mucho poder, pero no al punto de determinar el curso de nuestras acciones, manifestó Szymczyk frente a representantes de la prensa del mundo.

Obra efímera y poco consumible

La muestra privilegia obra efímera y poco consumible, orientada a inducir el acercamiento colectivo, el fomento de la reflexión y del pensamiento, del contacto, empezando por el performance que se desarrolla con una cita cotidiana hasta septiembre, que ayer fue particularmente rica con la presencia de Nikhil Chopra, Alexandra Bachzetsis y Joar Nango.

Documenta ofrece además los cuatro tomos de la revista South (Sur), que exponen las ideas y pensamiento que permitieron armar esta edición, además de reseñas de cine no comercial, una estación de radio (Every Time A Ear di Soun, consultable en la red y con nueve estaciones en Grecia, Líbano, Brasil e Indonesia, entre otros países); talleres educativos, conciertos como el de ayer, de la Sinfonía 3, Op. 36, también conocida como Sinfonía de las canciones dolientes, de Henryk Górecki, a cargo de la Filarmónica de los Expatriados Sirios, y en junio tocará la Sinfonía del Tercer mundo, del guatemalteco Joaquín Orellana.

Las actividades de septiembre incluyen el Parlamento de los cuerpos, dirigido por el transgender Paul B. Preciado, basado en el diálogo de múltiples temas que permite pensar cómo reconstruir el presente en un contexto de democracia y no de mercado.

Documenta se expande mediante 40 espacios públicos distribuidos en Atenas, donde puede visitarse por ejemplo el Liceo Aristotélico –fundado por el filósofo en el 335 aC– siguiendo el principio del movimiento del cuerpo que incentiva la mente o bien escuchar el cantar de las ranas en los jardines del Museo Bizantino y Cristiano, en una instalación sonora de Benjamin Patterson, quien falleció el año pasado, uno de los fundadores del movimiento Fluxus.

Tres sedes principales

El visitante podrá hacer contacto con las partes menos aparatosas, aunque profundamente vivas de Atenas, más cercanas a la cotidianidad de las personas en los espacios donde se crea cultura, como en las periferias, en barrios multiculturales, subiéndose al Metro, a los autobuses, entrando en museos distantes del centro, en plazas, en el conservatorio de música, colegios, universidades, bibliotecas, archivos, auditorios, parques e incluso ¡el cementerio monumental!, descubriendo un mundo generalmente inaccesible para el turista común.

No obstante esa geografía diversificada que se sugiere explorar, tres son las sedes principales de Documenta en la capital griega: los museos de Arte Contemporánea y Benaki el de la calle Pireo, así como la Escuela de Bellas Artes, donde se concentra la obra material de los artistas que exploran temas de género, ecología, imágenes de manifestaciones en las plazas, de migrantes y sus problemas de inserción en la sociedad que los acoge, sintiéndose siempre como extraños o víctimas de vejaciones.

Se hurga en temas poco conocidos en Europa referentes a la historia poscolonial, como la guerra civil en Nigeria al final de los años 60 del siglo pasado, los ajedreces de Bili Bidjocka o la brutal historia colonial del Congo mediante los cuadros de Tshibumba Kanda-Matulu; además, el trabajo agotador de una jornada de 15 horas en las fábricas de China, el genocidio armenio de 1915, máscaras africanas, etcétera.

Se penetra en la situación artística y, por tanto, anímica e histórica de África, India, Sri Lanka, el este de Europa, Rusia, América Latina (en realidad pocos, como Ulises Carrión, Tina Modotti, Antonio Vega Macotela), entre muchos países difícilmente tomados en consideración. Las técnicas son sobre todo video, aunque bien dosificado con la instalación, algo de pintura e incluso trabajo manual y mucha obra sonora.

El costo de Documenta 14 asciende a 37 millones de euros. Las actividades en Atenas concluirán el 16 de julio.