Madrid.

Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, biógrafo de su padre y figura histórica de México, Lázaro Cárdenas, rememoró uno de los periodos más intensos y humanistas durante el gobierno del general: la acogida de más de 30 mil exiliados españoles que huían de la dictadura de Francisco Franco y del avance del fascismo en Europa.

Además de intelectuales y grandes escritores, a México llegaron muchos impresores que revitalizaron de forma inaudita la industria editorial y gráfica, explicó Cárdenas durante la presentación de su libro Cárdenas por Cárdenas (Debate), en la Casa de América de Madrid, acto en el que participó Manuela Carmena, alcaldesa de esta ciudad.

En Madrid, como en el resto de España, todavía se conoce y recuerda poco uno de los episodios históricos más intensos entre ambos países: los años de la Guerra Civil (1936-1939) y el primer lustro de la dictadura franquista, donde México y, por tanto, el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas tuvieron un protagonismo excepcional tanto en su apoyo inquebrantable al gobierno legítimo de la segunda República –al que no sólo ayudó con el envío de armas, sino con el que mantuvo hasta el final de la dictadura una relación diplomática oficial–, como en el proceso de acogida de más de 30 mil exiliados republicanos, muchos de ellos niños que salvaron la vida y algunos se convirtieron años después en el símbolo de aquel destierro, los llamdos niños de Morelia.

El exilio español, hito humanitario

Cuauhtémoc Cárdenas recordó que fue hasta la exposición que organizaron en el Parque del Retiro, en 2002, cuando se dieron los primeros pasos para intentar sacar del pozo de la historia aquel gesto humanitario histórico de México con el exilio español. Y ahora, como nueva forma de recuperar la memoria, Cárdenas presentó la biografía de su padre en la Casa de América, donde también participó Margarita de la Villa, exiliada española y ex directora del Fondo de Cultura Económica en España.

Cárdenas recordó que fue en 2012, cuando lo invitaron a dar una conferencia sobre los primeros años de su padre en Michoacán, que comenzó la escritura de lo que tres años después se convirtió en la biografía sobre su padre. Basada en gran parte en los propios diarios del general, que habría iniciado en 1911 y concluido en 1970, sólo cuatro días antes de morir.

El hilo conductor del libro son las propias palabras de Lázaro Cárdenas, explicó su hijo, quien recordó que todos esos diarios manuscritos fueron publicados por la Universidad Nacional Autónoma de México.