Luego de que la Cámara de Diputados avalara por unanimidad la Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar la Tortura, el Senado debe poner dicho proyecto en el primer lugar de su agenda y aprobarlo cuanto antes, ya que es un avance importante para erradicar dicho fenómeno, subrayó Stephanie Erin Brewer, del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Prodh).

El dictamen aprobado ayer (miércoles) lo vemos como un avance significativo y debe ser una prioridad en la agenda del Senado en estos días para poder aprobarlo sin más vueltas entre las dos cámaras y que ya se pueda publicar e implementar. Sólo así va a poder tener algún efecto positivo en el país, señaló la activista en charla con La Jornada.

La coordinadora del área internacional del Centro Prodh consideró que la minuta avalada en San Lázaro sin duda es un avance significativo para construir un marco legal capaz de combatir la crisis de tortura en México, ya que en su elaboración participaron tanto organizaciones de la sociedad civil, como académicos y legisladores.

Brewer recordó que en diciembre de 2015, el presidente Enrique Peña Nieto dio a conocer su propuesta de ley en la materia, la cual tenía diversas fallas y omisiones, entre ellas el hecho de que no excluía del todo la validez de las pruebas ilícitas arrancadas bajo tortura, y en esa medida se dejaba la puerta abierta para validarlas en algunos casos.