La narcopaz regionalizada
Detener a uno; ayudar a otro
Insólito reconocimiento oficial
CDMX, centro de operaciones
a expedita presentación pública del abogado Dámaso López Núñez (jefe de una facción que disputa el mando del cártel de Sinaloa) fue acompañada de una especie de reconocimiento de los gobiernos federal y sinaloense de que el funcionamiento de dichas organizaciones criminales (se habla de los cárteles) debe ser regulado por las autoridades gubernamentales, una especie de narcopaz pactada y supervisada, con el Estado en plan intervencionista cuando los factores del gran negocio pudiesen sufrir desequilibrios y contracciones regionales.
Según Omar Hamid García Harfuch, director de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República, la captura de López Núñez, cuyo significativo apodo es El Licenciado (fue subdirector del penal jalisciense del que se fugó por primera vez El Chapo, en 2001, durante el benévolo gobierno de Vicente Fox), disminuye la posibilidad de una alianza que el asegurado buscaba generar con otro grupo de la delincuencia organizada que opera en diversos estados del país
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Y el comisionado de Los Pinos para administrar Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, ante preguntas de reporteros en Culiacán respecto de la extendida versión de que el golpe a El Licenciado favorece a los hijos de El Chapo Guzmán y al gran jefe subsistente, Ismael Zambada, alias El Mayo, se negó a abordar tal especulación, pero dijo que con la aprehensión de López Núñez realmente se da un paso importante en esta acción que se llevó a cabo. Esperemos que todo esto vaya restableciendo precisamente todo el clima de tranquilidad que es lo que queremos los sinaloenses
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Es decir, el gobierno federal presume que con una acción quirúrgica hizo abortar las alianzas que tejían El Licenciado Dámaso y su hijo, alias El Mini Licenciado, con el cártel Nueva generación de Jalisco (el de mayor crecimiento nacional en lo que va del sexenio peñista), para pelearle la hegemonía al cártel de Sinaloa, en particular mediante enfrentamientos violentos en esta entidad (Culiacán y Navolato, dos plazas muy peleadas) y en Baja California Sur. Visto de otra manera, el gobierno federal pudo haber dicho que, con la tersa presentación judicial de El Licenciado se beneficia al cártel sinaloense, cuya figura pública más conocida es Joaquín Guzmán Loera, radicado ahora en celdas de Estados Unidos pero cuyo mando más consolidado está en manos de El Mayo Zambada, con los hijos de El Chapo tratando de asumir un papel plenamente directivo.
Devolver la paz
a Sinaloa y BCS, dicen, sin decir, el director de la ACI y el gobernador de la primera entidad, consiste en devolver al cártel histórico el control de las actividades tradicionales y quitarle de encima a competidores no autorizados: la narcopaz priísta reconocida casi a nivel de política de gobierno. El cártel bueno
habrá de mantener en la región las condiciones adecuadas para que el negocio fluya sin contratiempos, y los gobiernos habrán de garantizar que esas condiciones subsistan.
La exteriorización de la figura de El Licenciado se produjo en circunstancias que alientan la especulación. Un día antes (el lunes) se reportó en Culiacán que elementos con uniformes de la Secretaría de Marina habían detenido a un grupo de personas, entre ellos David N., alias El Pollo, según eso el jefe de escoltas de El Licenciado Dámaso. Todos fueron liberados (sin que al momento de teclear la presente columna se conociera alguna constancia ministerial o policiaca de estos hechos), salvo El Pollo, quien apareció muerto más tarde, víctima, de acuerdo con las versiones ya publicadas, de un ataque cardiaco.
En la Ciudad de México las acciones gubernamentales fueron rápidas, precisas e incruentas. A diferencia de otros capos, que han sido acribillados en operaciones que parecieran haber sido diseñadas justamente para eso, a López Núñez se le detuvo sin mayores contratiempos, al igual que a un presunto cerebro financiero
de la organización delictiva. La acometida contra el grupo de El Licenciado se dio en la colonia Anzures, en la delegación Azcapotzalco y en la lujosa zona de Santa Fe.
Los pleitos entre compadres sinaloenses (El Chapo y Dámaso lo son, padrino el primero del Mini Licenciado), y la intervención gubernamental para meter orden, se ha desarrollado en una Ciudad de México que en semanas recientes ha registrado una extraordinaria violencia, sobre todo en asaltos a centros comerciales, en calles y plazas, y en domicilios particulares. El puente vacacional reciente tuvo como noticias capitalinas los asaltos de una veintena de personas a una tienda departamental en Tlalpan y de otro grupo a una plaza comercial de la delegación Cuauhtémoc. Antes, se había producido una balacera en la Plaza Meave, en el Centro Histórico, que dejó un muerto y algunos heridos.
En estos días aciagos, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, se ha dado tiempo para viajar a Nueva York, Hermosillo y Acapulco, deseoso de presentar en la urbe estadunidense la Constitución chilanga y de conseguir apoyos políticos en la capital sonorense (donde la gobernadora, Claudia Pavlovich, anunció que votará para que MAM presida la Conferencia Nacional de Gobernadores) y en el puerto guerrerense (donde anunció que donará patrullas de la Ciudad de México).
Los habitantes de la Ciudad de Mexico ni siquiera tienen la esperanza de que sus denuncias sean atendidas. Una tuitera, @MarlenNZ, ha narrado cómo su domicilio fue asaltado y, a pesar de que hay una grabación en la que se ven las placas del vehículo usado para el saqueo y las figuras de los asaltantes, y que ella aceptó ir a presentar su denuncia (no obstante que en similar ocasión anterior los propios agentes pretendieron extorsionarla), nomás nada camina. De los videos que presentó, le pidieron que los lleve en CD, porque las computadoras de la PGJCDMX son muy viejas; de las placas reportadas, le señalaron que el padrón vehicular no es confiable: Además de un trámite largo y burocrático me dieron a entender que no harían nada. No sé si quieren dinero o no hacer nada
. El México de los licenciados. ¡Hasta mañana!
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