Integrantes de la dirección política de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) entregaron este martes su pliego petitorio ante la Secretaría de Gobernación, en el que reiteran su demanda para la reinstalación de la mesa nacional de diálogo, así como la suspensión definitiva de la reforma educativa.

En el documento, cuya copia tiene La Jornada, se exige al gobierno federal que resuelva todas las consecuencias y costos de la reforma relacionadas con víctimas, asesinados, presos políticos, cesados, órdenes de aprehensión, suspensión de pagos y retención de cuotas.

Los maestros disidentes exigieron a la administración federal reinstalar las tres mesas de negociación, como fueron planteadas en el formado aprobado en junio de 2016, que incluía tres modalidades: mesa política; otra para temas educativos, y una más para las demandas de carácter social.

La CNTE, que emplazó a la dependencia federal a dar una respuesta a sus demandas este 15 de mayo, cuando se conmemora el Día del Maestro y se prevé una marcha nacional de la CNTE en la capital del país, demandó iniciar de forma inmediata un proceso social de transformación educativa con todos los trabajadores de la educación, padres de familia, estudiantes, investigadores, pedagogos, intelectuales, abogados y escritores.

Lo que implica, afirman, un amplio debate nacional en foros, conferencias, mesas de trabajo y congreso, cuyos resultados serán, de forma obligatoria, parte del nuevo proyecto educativo. Todo este proceso se deberá enmarcar en tiempos precisos, con una amplia campaña de difusión y participación.

Señalaron que la estabilidad laboral y el acceso a una educación pública, laica, gratuita y obligatoria son demandas por las que no dejaremos de luchar y destacaron que durante 2017 el magisterio disidente ha esperado pacientemente para que en el marco de la civilidad el gobierno nos convoque al diálogo, resuelva la problemática y suspenda de manera total la reforma educativa.