La desorganización de aerolíneas de bajos costos ocasiona que en el pasillo de la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Cuidad de México (AICM) se haga una enorme fila y tumultos antes de documentar.

El problema se presenta principalmente en horas pico y se agrava los fines de semana, así como en periodos vacacionales. De acuerdo con pasajeros, lo anterior obedece a que los trabajadores no se dan abasto y además, en el caso de Viva Aerobus, aglomeran a todos los viajeros sin clasificar destinos, lo cual les causa molestia, ya que han tenido que esperar hasta dos horas en fila antes de abordar.

Cuando esto sucede sólo forman a las personas, y mientras las trabajadoras del mostrador anuncian los vuelos con altavoz, al estilo de las centrales camioneras cuando alertan de las corridas de autobuses, los gritos de los empleados se escuchan en salas alejadas. Incluso hay días que la columna de turistas nacionales e internacionales abarca de la puerta seis a la siete, pasando por varios locales.

La mayoría de aerolíneas citan a los clientes en los mostradores con dos horas de anticipación para documentar vuelos nacionales y tres para internacionales. Sin embargo, en ocasiones, cuando las operaciones aéreas se retrasan, algunas personas desesperadas esperan sentadas en el piso.

En marzo pasado Volaris transportó casi un millón de pasajeros, mientras en ese mismo mes Viva Aerobus trasladó a más de 542 mil. Otra inconformidad de los clientes que usan estos vuelos son los precios extras, lo quee incrementa el costo real del boleto de bajo costo.

Por ejemplo, en los pasillos muchos tienen que reacomodar maletas para no sobrepasar los kilos permitidos o, de lo contrario, deben pagar hasta mil pesos, dependiendo del exceso de equipaje. Uno no puede llegar dos minutos tarde porque te cierran el vuelo, pero las aerolíneas sí tienen derecho de retrasar las salidas sin dar explicaciones señaló uno del los usuarios.