Miércoles 3 de mayo de 2017, p. 33
Mientras en otros países se pide a los niños llevar bloqueador solar y se les enseña a usarlo desde pequeños, en México no es un producto de uso cotidiano, pero debería serlo, aseguran especialistas del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Eva Ramón Gallegos, investigadora de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, que trabaja en la detección del cáncer de piel mediante el análisis de proteínas biomarcadoras, indicó que el enrojecimiento, la inflamación, las quemaduras solares, el fotoenvejecimiento y la mutación en el ADN de las células de la epidermis son algunos efectos de la exposición crónica a los rayos ultravioleta (UV) tipos A y B, alertó.
La titular del Laboratorio de Citopatología Ambiental dijo que el daño de estas radiaciones se suma a otras mutaciones obtenidas por herencia, edad y agentes ambientales que pueden derivar en carcinoma.
Indicó que la exposición solar es acumulativa, por lo que produce inflamación crónica en la piel y con los años evita que las células de la misma se reparen adecuadamente, lo que lleva primero a envejecimiento prematuro, con la presencia de arrugas, pecas y alteraciones en la textura.
Riesgo de cáncer
Posteriormente, se pueden formar queratosis actínicas, las cuales se consideran lesiones premalignas, y si la exposición persiste, entonces aparece el carcinoma basocelular, carcinoma epidermoide y melanoma, malignos en orden creciente.
Eva Ramón Gallegos, quien realizó un muestreo en personas con lesiones benignas, premalignas y malignas del Hospital Gea González, en colaboración con la jefa del Departamento de Dermatología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, Judith Domínguez Cherit, y la alumna de doctorado Zazil Herrera Carrillo aconsejó autoexploración constante ante alguna anomalía en la piel (mancha o lunar).
También recomendó utilizar un protector solar diario (en playa o ciudad). No obstante, advirtió, su uso no da derecho a sobrexponerse. Asimismo, explicó que es necesario aplicarlo cada tres horas cuando se está al aire libre.
Instó a emplear medios físicos para la protección (ropa de manga larga y clara, gafas especiales que bloqueen la luz UVB/C, gorra, sombrero o sombrilla), rehidratar la piel después de asolearse con una solución libre de alcohol, tomar e agua, consumir protectores solares naturales, como jugo rico en carotenoides, resveratrol, chocolate y cafeína, entre otros.