Culiacán, Sin.

Profe, a los maestros les dijeron que ya no subieran (a trabajar en la sierra) y no hicieron caso, por eso les metieron bala, le dijo Toño a Omar, su nuevo profesor de cuarto año de primaria, en referencia a tres docentes que fueron asesinados el pasado 4 de mayo cuando regresaban de dar clases en la zona serrana del municipio de Concordia.

Toño es uno de los más de 30 niños desplazados por la violencia en la comunidad El Cuantantal, poblado de la sierra sinaloense, y fue asignado a una escuela primaria de Mazatlán.

Si bien las autoridades estatales no han presentado cifras oficiales de personas desplazadas por la violencia, se sabe que además de la escuela de Toño, 19 planteles pararon labores en Concordia desde que se dio muerte a los maestros Feliciano Rodríguez Navarrete, Juan Ramón Durán Lara y Luis Alberto Raygoza Aguilar.

En un comunicado que circuló entre autoridades educativas, se precisó que los planteles cerrados son telesecundarias y escuelas de nivel básico ubicadas en las comunidades Copala, El Cuantantal, Pánuco, La Petaca, Potrerillos, Santa Catarina, Santa Lucía, Los Cerritos, Chirimoyos, La Guásima, Los Naranjos, Palmillas, Cuauhtémoc, La Guayabera y Chupaderos.

Los maestros de las escuelas cerradas, pertenecientes a los sistemas federal y estatal, temen ir a esos lugares escondidos entre los cerros de la sierra de Concordia. En múltiples ocasiones, hombres armados nos detienen en el camino hacia los puntos de trabajo y nos piden que nos identifiquemos, cuando ya nos conocen, dijo un mentor que pidió anonimato.

La Secretaría de Educación Pública (SEP) federal reconoce que hay zonas de riesgo no sólo en Concordia, sino también en los municipios de Choix, Badiraguato y San Ignacio.

Óscar Lara Salazar, delegado estatal del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), identificó un área del poblado Villa Juárez, en Navolato, como una de las más peligrosas, por las pugnas entre cárteles. En Villa Juárez, el Conafe atiende a más de 120 campamentos agrícolas, donde se han suspendido clases durante días a causa de enfrentamientos.

En entrevista, el delegado de la SEP en Sinaloa, José Eligio Medina Ríos, afirmó que profesores rurales adscritos a zonas serranas han solicitado cambios de escuela, pero tiene que haber vacantes y no las tenemos, dijo.

–¿Hay escuelas cerradas a causa de la violencia?

–Sí, hay escuelas que no se han declarado oficialmente cerradas, pero su matrícula bajó extraordinariamente porque ha habido desplazamiento de familias. Los pueblos se han venido quedando solos y los maestros que tenían 100 alumnos se quedan con 12 o 15; en lugares donde teníamos cinco o seis maestros de pronto ya no tenemos niños ni para uno.

La delegación de la SEP en Sinaloa considera que los maestros corren mayores riesgos al trasladarse a su sitios de trabajo, por lo que solicitaron a los mentores no moverse de los pueblos donde se hallan las escuelas en que laboran.

La dependencia también ha sugerido a los profesores que viajan en sus automóviles que les peguen en los cristales engomados grandes que los identifiquen como maestros, para evitar ser confundidos con criminales.

El subsecretario de Educación Básica de la Secretaría de Educación Pública y Cultura estatal, Vladimir Valdez, dijo que las autoridades estatales esperan que las escuelas cumplan con el calendario escolar, y en función de ciertas situaciones que puedan poner en riesgo la integridad de profesores, alumnos y directores, se tomen decisiones en cada una. Asimismo, el funcionario estatal negó que alguna escuela haya cerrado de manera permanente.