Culiacán, Sin.

El gobernador Quirino Ordaz Coppel aseguró ayer que no hay ni habrá pactos entre su gobierno y grupos criminales, y que Sinaloa cuenta con una estabilidad sólida a pesar de la violencia de meses recientes, que ha dejado víctimas colaterales ajenas a la delincuencia.

Yo no hago pactos con nadie; yo hago pacto con la sociedad, respondió el mandatario estatal al ser interrogado sobre la escalada de violencia en la entidad.

Durante los festejos por el Día de la Marina en el puerto de Mazatlán, los reporteros preguntaron al gobernador qué opinaba sobre las declaraciones de legisladores locales, quienes el miércoles señalaron que debía dejar el cargo si no podía enfrentar la inseguridad.

Quirino tiene toda la firmeza, tiene toda la voluntad. Estoy al frente de los problemas. Yo deseo lo mismo que cualquier ciudadano, respondió.

En el mes reciente se reportaron en Sinaloa más de 180 asesinatos, entre ellos los de cinco maestros, un abogado, el periodista Javier Valdez Cárdenas y el director del Instituto de Seguridad Social y Servicios de los Trabajadores del Estado en Mazatlán, Miguel Ángel Camacho Zamudio.

Según estadísticas de la Fiscalía General del Estado, desde 2011 no había un repunte de violencia como el de meses recientes, con más de 670 asesinatos en lo que va de 2017.

En Sinaloa tenemos un problema de hace muchísimos años que es la inseguridad, y es en el que precisamente como sociedad y gobierno, de la mano, necesitamos fortalecer (sic), afirmó Quirino Ordaz.

El miércoles, la diputada priísta Irma Tirado Sandoval llamó a firmar un pacto social contra el crimen y la legisladora, Merary Villegas Sánchez, del partido Morena, sugirió que Ordaz Coppel renuncie.