Rubén Villalpando, corresponsal de La Jornada en Ciudad Juárez, Chihuahua, fue hostigado por varias personas que aseguraron ser empleados de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), quienes lo amenazaron con embargarle su vivienda, cuentas bancarias y otras posesiones a fin de obligarlo a pagar 20 multas de las cuales el periodista no tenía conocimiento.

Villalpando informó que el miércoles al mediodía llegó a su domicilio y vi una camioneta Silverado 2015, en la que se hallaban una mujer y un hombre, quienes al verme bajar del auto abrieron sus puertas, situación que me puso nervioso por el contexto de violencia que vivimos en el estado y en especial por el ambiente que prevalece contra la prensa.

Agregó que entró a su domicilio y los desconocidos comenzaron a tocar el timbre con insistencia y a golpear la puerta, por lo que pedí a mi esposa e hija que vive conmigo que se encerraran con llave en una recámara.

El comunicador relató que intentó dialogar con los desconocidos, hasta que el hombre le dijo: Le voy a embargar su casa, propiedades y tarjeta de débito, y le quitaré los sellos fiscales para que no pueda cobrar.

Entonces Villalpando ingresó a su domicilio y decidí ya no salir, ya que no confiaba en que fuera de Hacienda.

Alrededor de las 17:30 horas del miércoles, los dos sujetos le dejaron 20 citatorios para hoy (jueves) a las 12:30 horas y se retiraron.

Ayer, mientras Villalpando se encontraba fuera de su casa, mi esposa me informó vía telefónica que ya estaban ahí otras personas, que colocaron un auto en la cochera para impedir entrada o salida, que eran ya cuatro personas y más tarde llegaron cuatro más, y estuvieron fuera de mi casa hasta las 17:30 horas en seis vehículos.

Solicitó apoyo a la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente, que envió un representante. Al reconocerlo, los empleados de la dependencia federal bajaron el tono de voz y sus amenazas de ingresar a la casa a llevarse equipos. Antes de partir me entregaron 20 notificaciones.

Villalpando reprochó que el trato “contra la gente de La Jornada no es el mejor, como lo muestran el bloqueo de la Secretaría de la Defensa Nacional (al reportero Jesús Aranda), las amenazas a los compañeros de Guerrero y los asesinatos de Miroslava Breach Velducea (corresponsal en la capital de Chihuahua) y Javier Valdez Cárdenas (en Culiacán)”.